Mascate
Las negociaciones entre Estados Unidos e Irán sobre el programa nuclear iraní terminaron este lunes en Omán sin avances importantes, tras dos días de conversaciones calificadas de "serias" por ambas partes.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, y su homólogo estadounidense, John Kerry, dedicaron más de diez horas a intentar acercar posiciones, máxime cuando la fecha límite del 24 de noviembre para cerrar un acuerdo global se aproxima.
Según el departamento de Estado en Washington, las conversaciones en Omán han sido "duras, directas y serias", y todavía hay tiempo para lograr un acuerdo que ponga fin a diez años de crisis.
"No podemos aún hablar de avances en las negociaciones, pero somos optimistas en alcanzar un acuerdo" antes de la fecha límite, declaró el viceministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, citado por la agencia Isna.
Las negociaciones continuarán este martes en Mascate con una reunión entre altos responsables políticos de Irán y del grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Alemania) antes de alcanzar la recta final en Viena a partir del 18 de noviembre.
La reunión comenzó el domingo con una constatación pesimista del presidente estadounidense, Barack Obama, quien señalaba "diferencias importantes" entre ambos países.
"Ahora la pregunta es si podremos superar esas diferencias para que Irán pueda reintegrar la comunidad internacional, que las sanciones se levanten y que tengamos garantías demostrables y firmes de que no desarrollan la bomba nuclear", añadió.
El guía supremo iraní, el ayatolá Jamenei, le respondió este lunes en Twitter, que su país está dispuesto a "cerrar la cuestión nuclear pese a la voluntad de los enemigos Estados Unidos de prolongarla" y repitió que Irán no quiere "tener armas nucleares".
La principal divergencia reside en el número de centrifugadoras de las que podrá disponer Irán a cambio de un levantamiento de las sanciones y de inspecciones rigurosas de las plantas nucleares iraníes.
La delegación de Teherán intenta conseguir que se levanten rápidamente las sanciones de Estados Unidos, de Naciones Unidas y de Europa, pero Obama asegura que el proceso será lento aunque Irán cumpla con sus obligaciones internacionales.