WASHINGTON. AFP. La oleada de inmigrantes ilegales que intentan llegar a la frontera sur de Estados Unidos (EE. UU.), incluyendo un número inédito de menores de edad , es causada por la violencia y una considerable falencia institucional en varios países centroamericanos, sostuvo un estudio divulgado este martes.
Según el reporte La otra frontera de México , la acción de grupos traficantes de drogas y secuestradores, aliada a una marcada reducción en la capacidad estatal de proteger a sus ciudadanos en varios países de la región, generó la situación que el Gobierno de EE. UU. clasificó como emergencia humanitaria.
El trabajo fue elaborado por un grupo multidisciplinario del Washington Office on Latin America (WOLA) que acompañó durante meses las rutas de los inmigrantes desde Guatemala y Honduras a través de México hasta llegar a la frontera con EE. UU.
“Creo que el factor fundamental del fenómeno es lo que podemos denominar una ‘tormenta perfecta’, que unió la violencia y la pobreza, y además, especialmente en el caso de Honduras, le sumó un debilitamiento del Estado de derecho”, dijo Maureen Meyer, especialista de WOLA y una de las autoras del estudio.
Los datos reunidos por el equipo mostraron que si del lado estadounidense de la frontera las autoridades hablan de una emergencia humanitaria , en las proximidades de la frontera sur de México la situación es todavía más grave.
Discusión. Aunque el Gobierno estadounidense alertó hace menos de un mes al mundo sobre la situación en su frontera sur, Meyer apuntó que quisieron mirar del otro lado, a la frontera sur de México, para tratar de entender lo que está ocurriendo en esa zona.
El equipo de Meyer recorrió las rutas de migrantes a través de México y constató la persistencia de los testimonios sobre secuestros y extorsiones a lo largo de la aventura, sin que las autoridades mexicanas o de los países de origen sean capaces de intervenir.
“La pasmosa frecuencia con que ocurren secuestros, extorsiones, trata de personas, violaciones y homicidios coloca las penurias sufridas por los migrantes en tránsito hacia México en el primer lugar entre las peores emergencias humanitarias del hemisferio occidental”, afirmó el estudio.
Meyer apuntó que mientras en EE. UU. se ha generado una discusión sobre los derechos migratorios de los indocumentados, prácticamente ninguno de los migrantes consultados mencionó la posibilidad de obtener residencia en EE. UU. como factor fundamental para intentar la aventura de cruzar la frontera.
“En general, se trata de jóvenes que no quieren ser reclutados por las maras (pandillas), o quieren salir de las maras, o chicas que quieren evitar que las obliguen a sumarse a esos grupos, o que son amenazadas por redes de prostitución forzada”, dijo Meyer.
WOLA presentó propuestas para mitigar el conflicto.