Washington
Dean Heller, de Nevada, es el quinto senador republicano en declarar su oposición al actual plan del Partido Republicano para reformar el seguro de salud de Estados Unidos, que busca destruir gran parte de una ley emblemática del gobierno del anterior presidente, Barack Obama.
Con la toma de posición de Heller anunciada el viernes, esos cinco senadores son más que suficientes para hundir la iniciativa y darle una dura derrota política al presidente Donald Trump, a menos que algunos de ellos puedan cambiar de parecer. Ellos dicen que permanecen abiertos a posibles cambios en el proyecto de ley.
Haciéndose eco de los otros cuatro, Heller explicó que se opone al proyecto en su forma actual, pero que no descarta respaldar una versión que se ajuste a su parecer.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, dijo que está dispuesto a modificar la iniciativa de ley para reunir suficiente apoyo. Prometió que la próxima semana habrá muchas negociaciones, pero el anuncio de Heller subraya el escaso margen de error con el que cuentan los líderes republicanos.
Frente a la oposición unánime de los demócratas, McConnell no puede darse el lujo de perder ni siquiera dos de los 52 senadores republicanos y prevalecer.
Además de los cinco senadores que anunciaron su oposición directa, otros republicanos, tanto conservadores como moderados, se han negado a comprometerse con la nueva revisión.
La iniciativa se asemeja a una propuesta de ley aprobada el mes pasado por la Cámara de Representantes y que según la Oficina de Presupuesto del Congreso -no partidista- significaría que 23 millones de estadounidenses perderán su seguro médico dentro de una década. A eso se suman las encuestas recientes que dicen que la iniciativa republicana solo tiene el apoyo de uno de cada cuatro estadounidenses.
Heller, quien enfrenta una batalla competida en busca de la reelección el año próximo, arguyó que se opone a la legislación debido a los recortes que haría en Medicaid, un programa federal y estatal que provee seguro médico a los pobres, discapacitados y muchos pacientes de hogares para ancianos.
"No puedo apoyar una iniciativa de ley que les quite el seguro a decenas de millones de estadounidenses y decenas de miles de residentes de Nevada", alegó.