HAGATNA, Guam
Los residentes de la pequeña isla de Guam, en el Pacífico, temen quedar atrapados en las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte, después de que Pionyang anunció que estaba examinando sus planes atacar ese estratégico territorio estadounidense.
Aunque funcionarios locales restaron importancia a las amenazas y el secretario de Estado, Rex Tillerson, se vio calmado cuando se dirigía a Guam en una escala de reabastecimiento de combustible en su viaje de regreso a Washington desde Malasia, algunos residentes de la isla señalaron que ya no pueden ignorar la idea de ser un blanco potencial.
Guam sirve de plataforma de lanzamiento para las Fuerzas Armadas estadounidenses.
"Estoy un poco preocupado, un poco atemorizado. ¿Va a pasar realmente?", dijo Cecil Chugrad, conductor de un autobús turístico, de 37 años. "Si se tratara solamente de mí, no me preocuparía. Pero tengo que preocuparme por mi hijo. Estoy pensando en irme de Guam".
Unas 163.000 personas viven en la isla que en su parte más ancha mide apenas 19 kilómetros. Los habitantes están acostumbrados a las amenazas de Corea del Norte, pero los avances de Pionyang en su programa nuclear y la retórica incendiaria del presidente Donald Trump agravaron las preocupaciones sobre un conflicto entre las dos naciones con arsenal nuclear.
Algunos reportes indicaron que el país comunista asiático superó un obstáculo tecnológico para alcanzar territorio estadounidense con un misil nuclear. Los avances fueron detallados en un reporte oficial japonés y un artículo posterior en The Washington Post que citó funcionarios de inteligencia estadounidenses y un informe confidencial de la inteligencia militar.
En respuesta, Trump amenazó el martes al país comunista con "fuego y furia". El miércoles, las Fuerzas Armadas norcoreanas dijeron en una declaración que estaban estudiando crear un "fuego envolvente" en áreas alrededor de Guam con misiles de alcance medio y largo.
En su vuelo de regreso a Washington, Tillerson dijo que no consideró desviar su viaje para evitar la escala en Guam.
"No pienso que haya una amenaza inminente", les dijo Tillerson a reporteros a bordo del avión. "Lo que esperamos es que esta campaña de presiones (incluyendo las sanciones), en la que el mundo entero se nos ha sumado, y con la participación de China y Rusia, dos de los vecinos cercanos de Corea del Norte, que ellos puedan persuadir al régimen de que necesita reconsiderar su actual sendero y pensar en un diálogo sobre un futuro diferente".
Inquietud en la isla. Aunque es extremamente improbable que Pionyang se arriesgue a la casi segura aniquilación de sus líderes con un ataque contra ciudadanos estadounidenses, los habitantes de Guam están preocupados.
"Si algo sucede, tenemos que estar listos, y orar para que no suceda", manifestó Daisy Mendiola, de 56 años, tras almorzar con su familia en un restaurante cerca de Hagatna.
Guam se convirtió en territorio estadounidense en 1898 después de la guerra entre España y Estados Unidos.