El encuentro, centrado en los medios de restablecer la seguridad en Iraq, reunió a los ministros de Iraq, Arabia Saudí, Jordania, Bahrein, Siria, Egipto, Kuwait, Irán y Turquía.
En su declaración final, los titulares de Interior denunciaron “las reflexiones del Papa que han perjudicado al Islam y a los musulmanes” y le exigieron que “presente disculpas claras y francas”.
Recalcaron su “rechazo a todas las tentativas de relacionar el Islam con el terrorismo” y subrayaron que esa lacra, “bajo todas sus formas, contradice los principios y valores del Islam, que rechaza la violencia y el extremismo”.
Las afirmaciones realizadas en Alemania por el Pontífice, en las que relacionó implícitamente esa religión con la violencia, siguen provocando una oleada de protestas en el mundo musulmán, casi una semana después.
El domingo, Benedicto XVI aseguró durante el Angelus que estaba “entristecido” por las reacciones a sus palabras consideradas “ofensivas para la sensibilidad de los musulmanes”.
A su vez, el imán de la mezquita de Roma, Sami Salem, consideró ayer que las palabras del Pontífice sobre el islam generaron “una situación muy difícil” y representan un retroceso.
“Con las palabras pronunciadas por el Papa retrocedimos años”, afirmó Salem, al comentar la polémica que se desató con la disertación del Pontífice en la Universidad de Ratisbona.
“Estamos en una situación muy difícil. La palabra es como un niño recién nacido: una vez pronunciada no tiene vuelta atrás”, agregó.