Palmares. “No hay una sola familia en Palmares donde no haya un exalumno mío”, expresa orgulloso Evelio Arias Monge, quien ha ganado el afecto de los palmareños y el mote de Abuelo.
Con don Evelio no se puede caminar unos metros sin que alguien lo salude al cruzar la calle o le grite desde un carro “adiós Abuelo” pues su afirmación inicial no es broma.
Parece que no hay un vecino de este cantón que no haya recibido un poco de su disciplina y apoyo educativo durante su paso por el colegio de Palmares, institución en la cual fungió 15 años como profesor de Matemáticas y, posteriormente, un período igual en el cargo de director.
“Le doy gracias a Dios que me permitiera hacer de ese colegio el proyecto de mi vida”, dijo el Abuelo, de 70 años.
Cuando se le pregunta por su vida privada, contesta sonriente: “Soy soltero y ya me hicieron la despedida de solterón... Dios nos da misiones diferentes y la mía fue enseñar”.
Pero su labor no se limitó a las aulas pues es inevitable que se le relacione con las distintas obras sociales desarrolladas en el cantón.
Dos de las obras que ha logrado concretar su labor altruista son el Hogar de Ancianos y el centro infantil Hogarcito de Palmares, al que bautizaron con su nombre.
No es para menos, cuando don Evelio se asoma a ese centro infantil todos los niños se lanzan a abrazarlo, gritándole ¡Abuelo, Abuelo, Abuelo!