En Sixaola, Venecia Navarro recoge agua de las canoas de su casa cuando llueve pues sabe que es la forma de tener agua menos contaminada.
Ella, al igual que otros vecinos, no cuenta con agua potable desde enero, cuando la inundación dejó 32 acueductos contaminados en Talamanca, incluida Sixaola.
"Aquí se hace lo que se puede", afirmó mientras realizaba la tarea de revisar el agua que recolectó.
Aquella forma de obtener agua preocupa a las autoridades de salud porque los recipientes del líquido pueden servir para la extensión del dengue y la malaria.
"Los únicos acueductos que funcionan bien son los de Puerto Viejo y Bribri, manejados por Asadas (Asociaciones Administradoras de Acueductos)", señaló Rodrigo Marín, director del Ministerio de Salud en esta zona.
A los pobladores les molesta que el Gobierno no invierta en recuperar la potabilidad del agua, pero Rafael Villalta, presidente ejecutivo de Acueductos y Alcantarillados (AyA), negó esa versión.
"AyA se comprometió a construir tres pozos y ya está finalizando el segundo. Luego se harán las pruebas de producción, y se tienen los recursos asignados para los respectivos equipos", explicó.
Recordó que, el 14 de julio, en el municipio y ante delegados comunales, se explicaron los trabajos.
Villalta agregó que está en estudio un trabajo técnico con la evaluación hecha a los 32 acueductos.
Dengue y malaria. Rodrigo Marín agregó que los casos de dengue y malaria no fueron tan explosivos luego de lo ocurrido en enero.
"Acumulamos seis casos menos sospechosos de dengue que en el 2004. A la semana 30 de este año (del 25 al 31 de julio), existían 166, mientras que en el 2004 eran 172", dijo.
Los lugares más afectados por el dengue son Puerto Viejo, Cocles, Hon Creek y Cahuita. En Sixaola solo registran dos.
Los casos de malaria se redujeron de 72 a 66 casos en el mismo periodo. La enfermedad se concentra en Finca 96, Daytonia y Sixaola.