La legisladora socialcristiana Aida Faigenzicht renunció ayer a su candidatura a la presidencia de la Asamblea Legislativa.
Lo hizo, según ella, debido a una persecución voraz que montó en su contra la "Casa Presidencial" y algunos diputados de su propia fracción.
"Siento que Casa Presidencial ha intervenido llamando a mis compañeros y a otros de otras fracciones.
Los compañeros míos escogieron un camino equivocado y poco saludable de ataques familiares y de mentiras, lo cual me parece una barbaridad", declaró .
El vicepresidente del Congreso Juan José Vargas denunció ayer que Faigenzicht solicitó 128 permisos y obtuvo dietas por ¢4,9 millones en lo que va de la actual legislatura.
"Estuvo el 52 por ciento del tiempo afuera y ahora quiere ser presidenta de la Asamblea", agregó el socialcristiano Miguel Huezo.
Faigenzicht aclaró que los permisos se los concedió la Presidencia del Congreso para asistir a reuniones en sus comunidades y a viajes al exterior para tratar asuntos relacionados con sus tareas como diputada.
Faigenzicht era promovida por un grupo de legisladores que pretendía la presidencia para una mujer.
Ese sector se abocará a nombrar otra aspirante. Se menciona que podría ser Ruth Montoya, de Acción Ciudadana.