Los tres impulsores de la "República de Airrecú" residen permanentemente en el Valle Central, pero insisten en que los unen profundos lazos con las tierras que hoy consideran "independientes" y los anima el deseo de ayudar a los compatriotas residentes en la frontera.
El denominado "presidente de Airrecú", Augusto Rodríguez Bustos, de 49 años de edad, vive en el cantón de Goicoechea y, al preguntársele sobre su ocupación, duda un poco y dice: "Soy el más pequeño científico nacional."
Aunque no ha tenido formación en ciencias, asegura que se dedica a la búsqueda de medicinas naturales.
Nació en México de Upala, población colindante con "Airrecú" y asegura que su familia ha poseído durante 95 años una finca de 52 hectáreas en las tierras en conflicto.
Omar Jáen, quien se considera experto en temas fronterizos, reside en Hatillo y nació hace 59 años en Rivas de Pérez Zeledón. Sus padres eran nicaragüenses, y él trabajó y vivió en ese país durante 10 años, entre 1962 y 1972, como funcionario administrativo del Banco Interamericano de Desarrollo.
Cuando se le consulta por la forma como se gana la vida, responde que es "inventor" e industrial. Afirma poseer tres patentes internacionales, una de ellas por la invención de un sistema para convertir desechos en gas, que a su juicio resolvería el problema de la basura en Costa Rica.
El abogado Luis Guillermo Marín, quien ha manifestado su intención de enfrentarse con las tropas nicaragüenses, tiene 61 años de edad, vive en San Juan de Tibás y confiesa no conocer la zona norte. Apoya la causa de "Airrecú" por las necesidad de defender a los ticos que "han sido abandonados" por Costa Rica.