Las oficinas legislativas fueron el escenario en que, la víspera de este 1.º de mayo, la alianza opositora se resquebrajó profundamente en la Asamblea Legislativa, con dos partidos que se echaron en cara, sin ningún miramiento, que las exigencias de ambos eran muy altas.
Por un lado, el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), en la voz de su nuevo jefe, William Alvarado, critica al PLN por querer dejarse dos de los tres puestos propietarios del Directorio legislativo, las secretarías primera y segunda, además de tratar de imponer a Gonzalo Ramírez, abogado y pastor cercano a Antonio Álvarez Desanti, como el nuevo presidente legislativo y exigir la mayoría de las presidencias de las comisiones.
Por el otro, Karla Prendas, nueva vocera del Partido Liberación Nacional (PLN), considera que la Unidad mira muy alto, cuando exige puestos en el Directorio y mantener el control de varias comisiones parlamentarias, cuando "proporcionalmente" no aporta los votos necesarios para cotizarlos tan caro.
Los socialcristianos, de un lado, negociaban hasta altas horas de la noche con Ottón Solís y otros voceros del Partido Acción Ciudadana (PAC), para tratar de limar al máximo las asperezas que les impiden empatar intereses, mientras que los liberacionistas veían caer, uno por uno, los votos que sostenían a su candidato, el diputado evangélico.
Primero fue Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana, quien molesto por la condición impuesta por Liberación, ni siquiera aceptó sentarse a conversar a ninguna mesa y dijo que no sabe por quién votará este lunes.
Luego, fueron los libertarios quienes se retiraron de la negociación con los cristianos (Renovación Costarricense y Restauración Nacional), porque no pueden empatar la posibilidad de que se pueda impulsar el paquete fiscal desde una eventual presidencia de Ramírez. Ellos sostendrán el apoyo a José Alberto Alfaro, para la presidencia.
Finalmente, la intención de Óscar López, de Accesibilidad Sin Exclusión, no se ha apagado, y no empata con las intenciones liberacionistas. López intentó aún cotizarse con Ottón Solís, al pedirle que le mantenga una plaza de periodista que tiene asignada a su despacho, a cambio de darle el voto. El fundador del PAC se negó.
Pero hay que volver al choque de poderes entre la Unidad y Liberación.
Karla Prendas insistió, anoche, que el PUSC fue el que entorpeció las negociaciones de la alianza y negó que se haya muerto, pues considera que solo está mutando, cambiando de actores.
Añadió que la intención de los socialcristianos de dejarse la presidencia parlamentaria no tuvo éxito y, por eso, volvieron a pedirles a los liberacionistas otras cosas.
"Me parece que, en aras de que no logran la presidencia, nosotros les pedimos opciones en Directorio, agenda y comisiones, pero ellos nos dijeron que buscaban escenarios para tener la presidencia, se fueron a buscarla y ahora que no la tienen, se vienen a pedir cosas, en un momento de desesperación", alegó la diputada verdiblanca.
Una de esas peticiones es, según Prendas, sostener la Comisión de Hacendarios en manos de Rosibel Ramos, y puestos en el Directorio.
William Alvarado, del PUSC, manifestó que -a su criterio- a Liberación se le subieron los humos.
"Yo no sé si Liberación realmente quería negociar o no. No solo nosotros nos sentimos mal con esos requisitos, hay gente de los minoritarios que se siente mal. Yo no he visto a Mario Redondo por aquí, el Movimiento Libertario también ha estado resfriado. Parece que solo un candidato cumple esas condiciones que ellos pusieron; no están dando margen de negociación", alegó Alvarado.
Y añadió: "No descartamos nada, pero hasta que Liberación no baje esos humos que tiene, que se consideran nuevo gobierno y que ya van a mandar en la Asamblea, nosotros no vamos a negociar con esos criterios".
Mientras el vocero socialcristiano considera que el PLN quiere hacer, de forma oculta, mesa gallega en el Congreso, Karla Prendas se burla de que el PUSC quiera negociar con un Ottón Solís que impone, en su agenda, los proyectos de impuestos y otros temas "que tanto han adversado en la Unidad".
"Ahora quieren estar con Ottón, a pesar de haber dicho estar contra los impuestos y el plan fiscal, quieren estar con Ottón y la agenda de él, que es todo lo que han adversado", comentó la liberacionista.
La respuesta de Alvarado reconoce que el PAC no se va a salir del libreto que se impuso y que están analizando esa posibilidad.