Llegó puntual a las 8 a. m. al juicio, pero igual que en otras ocasiones, tiene que esperar.
Ana Graciela Salas Rodríguez , hija y hermana de las dos fallecidas y además sobreviviente del naufragio, dijo sentirse decepcionada. "Este viernes se cumplen cinco años y vea, se sabe qué fue lo que pasó, quiénes son los responsables, pero no se hace justicia. Es una angustia que parece nunca va a terminar" . Relató que tras el percance tuvo que rehacer su vida. "Tenía mi familia, pero de pronto me vi sola sin nadie que me protegiera.
Me costó mucho superarlo, pero Dios es grande, hizo que me casara y me dio dos hijos. Volví a tener una familia ". Admite que padece problemas de inestabilidad emocional, le tiene pánico a la oscuridad, así como a las piscinas y al mar.
Por ahora, el mayor anhelo de Ana Graciela es que termine el proceso judicial".