El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) entregó ayer a las 5:30 p. m. el "diploma" de presidente para el período 2006-2010 al mandatario electo Óscar Arias.
Arias y sus dos vicepresidentes electos, Laura Chinchilla y Kevin Casas, recibieron las credenciales en compañía de familiares, amigos cercanos y algunos de los futuros ministros.
Óscar Fonseca, presidente del TSE, comparó las credenciales con un diploma o título escolar, pero dijo a Arias -quien lo recibió por segunda vez en su vida- y a los vicepresidentes, que es el mandato del pueblo.
Además, Fonseca recomendó al nuevo mandatario "diálogo franco y sincero" en su Gobierno.
Sin embargo, le advirtió cuidarse de los que piensan en el "diálogo obligado, eterno y paralizante" y más bien le dijo que hay que promover la acción.
"El diálogo es para resolver, para decidir, nunca para estorbar, el mensaje completo del pueblo debe decir: dialoguen pero decidan", dijo Fonseca.
Óscar Arias agradeció a Fonseca el mensaje y le aseguró que está convencido de que hay que tomar decisiones, "no importa si sean populares o impopulares".
"Hay que hacer las cosas que hay que hacer, y yo las voy a hacer", dijo el mandatario electo.
En familia. Arias y los dos vicepresidentes estaban invitados para presentarse en el auditorio del TSE, en San José, a las 5 p. m.
A las 5:15 p. m. comenzó la actividad, que se prolongó por unos 35 minutos, después de que Arias pidió a Dios fortaleza para gobernar y agradeció a las personas más humildes el apoyo, pues según él, le dieron el triunfo en las pasadas elecciones.
A la actividad asistieron la hija del presidente, Silvia Eugenia; su hermano, Rodrigo, y la asistente de Arias, Mariángel Solera.
También estuvieron varios de los futuros ministros: Karla González (Obras Públicas), Bruno Stagno (Canciller) y Guillermo Zúñiga (Hacienda).
Además, Marco Vinicio Ruiz, Fernando Berrocal y Vilma Ibarra, vocera de Riteve S y C.