Las pistolas, que tienen mayor capacidad para disparar más balas, están ganando adeptos y poco a poco sustituyen a los revólveres, cuya importación se redujo drásticamente el año pasado.
Una pistola es un arma más compleja de manipular y es capaz de disparar hasta 15 balas, contrario al máximo de ocho tiros que puede percutir un revólver.
Desde el 2010, la importación de pistolas se duplicó hasta alcanzar 4.540 el año pasado, la cantidad más alta en los últimos seis años.
Esta tendencia también se tradujo en más inscripciones de este tipo de armas. Mientras que en el 2006 se inscribieron 1.290 pistolas, el año pasado fueron 2.892.
Frente a esto, la importación de revólveres cayó de manera importante el año pasado (367) si se compara con las 5.488 unidades que entraron en el 2011 y las 7.471 del 2007, cifra más alta en el último lustro.
Así se desprende de un análisis que hizo La Nación de los datos de importación e inscripción anual de armas de fuego en el país, aportados por el Ministerio de Seguridad.
Motivos En términos generales, la cantidad de revólveres importados en estos seis años fue superior a la de pistolas, pero usuarios y vendedores coinciden en que los primeros no se venden tanto como antes.
Rodrigo Carvajal, tesorero de la Asociación de Tiro Práctico, opinó que el factor decisivo es su capacidad de fuego, no solo para defensa personal, sino también en el ámbito deportivo.
Las recargas de un revólver son más complicadas y durante una práctica o una competencia, este tipo de arma puede obligar al tirador a realizar hasta dos recargas.
Allan Guillén, vicepresidente de la Asociación Costarricense de Empresas de Seguridad Privada, explicó que recientemente algunas instituciones públicas que contratan los servicios de seguridad han solicitado que los oficiales porten pistolas en lugar de revólveres.
“Hay una tendencia a nivel de clientes, les gusta más. Las pistolas son más estilizadas. El revólver es la típica arma que sale en las películas de vaquerosy la pistola es la que usa James Bond”, detalló.
“Funcionan igual, pero es más difícil que falle un revólver. Es un poco de película y otro poco de percepción”, agregó Guillén.
Rolando Aguilar, funcionario de la armería Polini, confirmó que ahora se venden más pistolas, pero él considera que tener más balas disponibles no hace la diferencia.
“La gente cree que va para una revolución y no quiere andar con 5 tiros. Creen que van a tener más defensa, pero en una emergencia usted resuelve con 2 tiros: uno para pegar y otro para remachar”, dijo.
Raúl Carvajal, asesor legal de la Dirección General de Armamento, también atribuye la disminución de revólveres en el mercado nacional al cierre de la fábrica argentina FYL SRL, que era uno de los principales proveedores de estas armas.
En Costa Rica el precio de las pistolas y los revólveres es similar, y está en un rango de $500 a $1.000, explicó Rodrigo Carvajal.
Algunas pistolas, sin embargo, se fabrican con materiales sintéticos como polímeros que las hacen más ligeras que un revólver.
Pero los revólveres son más simples de usar y prácticamente nunca se encasquillan si falla un tiro, como sí lo hacen las pistolas.
Menos armas. En términos generales, la importación de armas en Costa Rica se redujo 53% desde el 2007, año en el que más armas legales entraron al país en el último lustro. De 12.630 unidades que llegaron ese año, esta cifra pasó a 5.799 en el 2012, según muestran los datos del Ministerio de Seguridad.
Entre el 2006 y el 2012 fueron desalmacenadas en las aduanas costarricenses un total de 62.638 armas de fuego. El 83% de ellas corresponde a pistolas y revólveres.
Raúl Carvajal, de la Dirección de Armamento, relacionó esta caída con la discusión y formulación del proyecto de reforma a la Ley de Armas y Explosivos que actualmente se encuentra en trámite en la Asamblea Legislativa, el cual impone mayores restricciones a la tenencia de armas de fuego.
“Póngase en los zapatos del importador. Si veo que vienen medidas restrictivas, mido un poco la importación”, expresó Carvajal.