Las aseveraciones sobre el Congreso, presentadas en el 9° informe Estado de la Nación, no tomaron por sorpresa al presidente del primer poder de la República, Mario Redondo.
Reconoció “que el abordaje de temas estructurales en la Asamblea ha estado prácticamente secuestrado por el ejercicio de facultades permitidas por una inadecuada normativa”.
El documento destacó ayer como una prioridad que se modifique el reglamento del Congreso para agilizar los debates y la aprobación de asuntos fundamentales como la reforma fiscal.
Por eso, Redondo no dudó en apelar al resto de congresistas para que retomen en las próximas semanas –después de que se discuta el presupuesto nacional para el 2004–, una modificación en el reglamento que permitiría aprobar proyectos prioritarios en un tiempo más corto.
Para ello sería indispensable fijar plazos y a la vez limitar el tiempo para discutir mociones, expresó.
Otras reacciones
El informe también toca la sensibilidad del sector productivo al considerar indispensable que las empresas den más al fisco para obtener mejor infraestructura y personal capacitado.
Por el contrario, la directora ejecutiva de la Cámara de Industrias, Mayi Antillón, alegó que si bien el texto ofrece consideraciones sobre las necesidades del país, la respuesta no está en una mayor aportación empresarial.
Más bien apeló a un mejor reparto de los dineros que entrega el sector productivo y recalcó que ningún texto cuantifica lo que las empresas también dan en obras sociales y capacitación.
De frente a esta percepción, el sindicalista Albino Vargas, más bien alabó los datos de la nueva radiografía nacional y cuestionó el proceso de concentración de la riqueza, donde los que más tienen se enfrentan a un grupo “todavía con principios de equidad”.
“Estamos en un atolladero, donde no hay un estadista que busque un modelo de sociedad compartida”, agregó.