"La familia lo perdió todo; por eso, en octubre del año pasado, se hizo primeramente una cabalgata, donde participaron unos 217 caballistas y se logró recaudar, con una subasta de ganado, ¢4 millones", dijo Freddy Trejos Rivera, miembro del comité pro construcción.
A partir de ese momento, el comité recibió donaciones de materiales de construcción de diferentes empresas, vecinos y familias de la comunidad y de otros cantones.
Gracias a las donaciones y a la mano de obra que aportaron unos 15 vecinos del pueblo, luego de dos meses y medio de trabajo la familia logró tener la nueva vivienda.
La actual casa mide 110 metros cuadrados y fue construida toda de cemento, en un terreno de 400 metros cuadrados.
La solidaridad de todo un pueblo y comunidades vecinas hicieron posible que Róger Vindas, Lisbeth Carmona y sus hijos Jeffry y Stephany cuenten con un techo digno.
Además de la construcción de la vivienda, varios talleres de ebanistería de la comunidad aportaron muebles, camas y puertas para la nueva residencia.