De los lápices de grafito, los pilots y los pinceles, a las novedades de la fotomecánica o el aerógrafo; de allí, a las primeras computadoras Macintosh, y más tarde, al ilimitado universo de la ilustración digital: así podría describirse el viaje hecho por Alexánder Salazar Arroyo, mejor conocido como Alexei, en La Nación desde 1978 hasta el presente.
Quien hoy se desempeña como infografista sénior de Grupo Nación llegó a esta empresa en plena adolescencia, deseoso de una oportunidad laboral, y este diciembre cumplirá 38 años continuos de labor.
Durante este periodo, le ha tocado adaptarse a mil y un cambios, la mayoría motivados por la introducción de nuevas tecnologías.
Aprender ha sido su desafío permanente y la llave que le permitió ascender de mensajero a publicista, a diseñador editorial, a creador de un departamento de Infografía, a coordinador de diseño del semanario El Financiero... y todo ello sin abandonar nunca la ilustración ni la infografía.
Su visión de mundo la expresa con frecuencia en su blog de ilustraciones Trazos y Trozos.
“Yo, con habilidad innata para el arte, literalmente babeaba viendo los lápices de color, las plumas, las mesas de luz. Me encantaba ese trabajo. Un buen día, quedó una vacante y me recomendaron para hacer una prueba. Entonces, empecé a diseñar anuncios. Para empresas como La Artística, me tocó hacer bocetos de muebles que, luego de aprobados por el cliente, se mandaban a fotografiar”, rememora Salazar, hoy de 53 años.
Unos diez años después, fue trasladado a la Redacción del diario, donde cambió los avisos comerciales por mapas, ilustraciones y gráficos de todo tipo.
“Recuerdo que cuando algún periodista o jefe viajaba, se le pedía que comprara un mapa del país al que iba. Así, cuando ocurriera una noticia ahí, ya teníamos un mapa base para calcar el mapita de ubicación que debía publicarse”, cuenta.
Llegó el día en que la computadora reemplazó la mesa de dibujo y se volvió imperativo dominar programas como Adobe Illustrator y Adobe Photoshop.
“Lo manual tendrá siempre su encanto. A veces se extraña la textura que da un lápiz, pero los nuevos tiempos trajeron oportunidades maravillosas, como la de interactuar tan de cerca con nuestras audiencias o la de poder crear piezas con posibilidades infinitas”, asegura.
Esta es una de sus caricaturas más recientes, a partir de la noticia de la compra de Gallito por parte de Dos Pinos.