La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) paga $1 millón de más al año por la atención a enfermos de cáncer que requieren tratamiento en el acelerador lineal.
Cada año, 600 pacientes de la CCSS son referidos a una empresa privada para estos tratamientos pues el único acelerador lineal de la Caja es incapaz de atender toda la demanda.
Por cada uno de esos enfermos, la institución desembolsa $2.700 al Centro de Radioterapia Irazú.
Esa inversión anual se la hubiera ahorrado la CCSS de haber planificado el crecimiento de sus servicios de radioterapia en equipo, infraestructura y personal, según concluye un informe de la Contraloría General de la República.
El documento, emitido el 31 de agosto, evaluó el período que va del 21 de marzo del 2003 al 4 de marzo del 2006. En ese tiempo, la CCSS pagó $2,4 millones Irazú.
El acelerador lineal es un equipo de altísimo costo (casi $3 millones) y complejidad. Sirve para tratar ciertos tipos de cáncer, como casos delicados de mama y próstata.
Límite. La Caja está obligada a comprar estos tratamientos a terceros porque el único acelerador de la institución solo es capaz de atender a 480 nuevos enfermos al año.
Este aparato --que la Caja compró con cuatro años de retraso y puso a funcionar más de 12 meses después de lo previsto--, está ubicado en el hospital México.
La Contraloría asegura que este aparato también está siendo desaprovechado por la Caja, pues la empresa privada logra un mejor rendimiento del servicio contando también con un único equipo.
Costos. En otro informe sobre el mismo tema, la Contraloría analizó la compra de estos servicios e hizo varias advertencias a la Caja.
La Contraloría encontró que para esa compra no existe un estudio de razonabilidad del precio cobrado por la empresa. Esto, advirtió, podría estar generando a la Caja costos mayores por el servicio.
La Contraloría aseguró que la mayoría de precios de referencia en otros países está hasta un 233% menos que el pagado por la Caja.
También hizo observaciones sobre la falta de mecanismos de control para asegurar la calidad en la prestación de los tratamientos.
Como parte de las recomendaciones, ordenó a la Caja que en el plazo de un mes haga el estudio de precios y revise todos los procedimientos seguidos. En caso de hallar irregularidades, deberá tomar las medidas administrativas, civiles y penales que correspondan.
La gerente médica de la Caja, Rosa Climent, dijo que la institución tiene ya un plan que le permitirá ser autosuficiente en laprestación de estos servicios para el 2011.
Para bajar la dependencia de estas compras, en el 2008 entrará en funcionamiento un segundo acelerador. Además, indicó Climent, se está formando personal en el extranjero, lo cual aumentará la capacidad de atención de la Caja.
Agregó que el estudio de costos se realizará según lo ordenado por la Contraloría.