Los atentados del 11 de setiembre pasado en Estados Unidos cambiaron muchas cosas, pero no tanto como para justificar violaciones a los derechos fundamentales de los individuos.
Esta es la visión de Juan Méndez, presidente interino de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, quien visitó el país el fin de semana para participar en un seminario del proyecto del Estado de la nación.
El comisionado anunció que ese órgano interamericano evaluará la lucha antiterrorista en el continente y sus implicaciones para los derechos humanos.
Comentó que, si bien el resurgimiento de las democracias en América Latina ha generado una variación en el tipo de violaciones que se dan contra la integridad de las personas, la defensa de los derechos fundamentales sigue siendo una actividad peligrosa.
Este es un extracto de la entrevista que concedió a La Nación el pasado viernes en el hotel La Condesa, en Heredia.
Luego del 11 de setiembre el tema de la defensa nacional ha tomado un papel central. ¿Afecta esto la discusión y protección de los derechos humanos?
Ha afectado la discusión. No hemos visto problemas graves en nuestro trabajo, pero la lucha contra el terrorismo desplaza y pone en segundo plano la preocupación por los derechos humanos. Lo peor es que pienso que va a haber estados y fuerzas en los estados más recalcitrantes que van a decir: "si Estados Unidos responde como responde ¿por qué nos van a preguntar a nosotros?".
¿Cuáles son las implicaciones para los derechos humanos?
Hay una respuesta colectiva muy legítima que es cooperar más entre los países contra el terrorismo, y nosotros lo aplaudimos. Pero nos preocupa esta actitud en las opiniones públicas de nuestros países de que la lucha contra el terrorismo era distinta antes del 11 de setiembre y que ahora justifica cosas que antes no se justificaron.
"Hay especialistas en la lucha antiterrorista del Chile de Pinochet y la Argentina de Videla que dicen: ëven que nosotros teníamos razón y nosotros podemos enseñarles cómo se hace estoí. En la medida que persisten focos de violencia política en el continente eso es muy peligroso".
¿Puede hacer algo la Comisión?
Sacamos una declaración en diciembre expresando preocupación por las propuestas de la lucha antiterrorista en todo el continente y sus implicaciones para los derechos humanos. Estamos embarcados en un estudio sobre la necesidad de la lucha antiterrorismo y de que esa lucha se enmarque en las normas que el derecho internacional impone.
¿Qué opina de la situación de los talibanes recluidos en Guantámano?
Creo que nos van a presentar denuncias contra Estados Unidos por lo de Guantánamo. Obviamente no me puedo pronunciar de antemano.
Situación general
Con la caída de los regímenes totalitarios uno podía esperar una disminución los procesos en materia de derechos humanos, pero han aumentado ¿por qué?
La demanda social se ha diversificado. La gente no quiere solo no ser victimizada sino que también quiere que se le reconozcan afirmativamente derechos que en el pasado a lo mejor pasaban a segundo plano, como que la justicia responda a sus demandas y que se encuentren maneras de hacer realidad los derechos económicos sociales y culturales.
"Eso hace que la Comisión y la Corte no se ocupen solamente del síntoma sino que estamos viendo si las instituciones responden a las expectativas de la gente, y estamos diciendo que esa obligación de responder a las expectativas de la gente es una obligación internacional de los estados".
¿Cómo evalúa el papel que juega Costa Rica dentro del sistema?
Costa Rica es uno de los países que más apoya a los órganos y al sistema, y que genera propuestas de reforma constructivas y positivas, que no son intentos disfrazados de limitar a los órganos.
"Eso no quiere decir que no haya algunas denuncias contra Costa Rica que también y nosotros las procesamos como procesamos todas".