A raíz del anuncio presidencial sobre la crisis de liquidez en el Gobierno, el candidato electoral del Frente Amplio, Edgardo Araya, lanzó una propuesta para reducir a la mitad la partida de financiamiento electoral para las elecciones nacionales del 2018.
La propuesta es modificar, nuevamente, un transitorio en el Código Electoral para que solamente se puedan destinar ¢12.000 millones (0,04% del producto interno bruto) para financiar los gastos de los partidos y no ¢24.000 millones (0,08%) como está fijado actualmente.
"La situación de las finanzas del Gobierno central es grave y compleja. Sumamos ya casi una década de mantener un déficit fiscal alto y creciente, que ha implicado un aumento acelerado de la deuda pública. (...) Se vuelve urgente lograr un acuerdo serio y responsable", dijo el diputado del FA.
Añadió que la aprobación de un plan para reducir la deuda política sería una señal previa al establecimiento de un acuerdo sobre los proyectos de impuestos y de gasto público, "empezando por la propia casa".
Araya presentó públicamente su propuesta de proyecto de ley este lunes en jefatura del Frente Amplio y retó a Antonio Álvarez Desanti, candidato presidencial de Liberación Nacional (PLN), y a Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana (PAC), no solo a apoyar su iniciativa, sino a promover que los legisladores de ambas agrupaciones lo impulsen.
La única forma de que ese proyecto sea aprobado e integrado dentro del Código Electoral es que el Tribunal Supremo de Elecciones dé el visto bueno a la iniciativa y la implemente en las elecciones de febrero próximo.
Después de las elecciones del 2014, el PLN tuvo derecho de cobrarle al Estado hasta ¢5.260 millones por sus gastos electorales, mientras que el PAC tenía derecho a cobrar ¢5.140. En cuanto al Frente Amplio, tenía derecho a cobrarle al Tribunal Supremo de Elecciones hasta ¢2.885 millones.
La reacción de Álvarez fue más bien crítica hacia el planteamiento de Araya y la calificó de "demagogia pura", pues alegó que si el frenteamplista hubiese querido rebajar el financiamiento electoral, debió hacerlo antes, cuando se había aprobado una iniciativa para bajar el porcentaje del 0,19% al 0,11%.
"Me parece que hacer esa propuesta en este momento es con fines puramente electorales. (...) No se debe tomar la crisis de liquidez anunciada por el presidente como una excusa", comentó el exdiputado y candidato liberacionista.
Aunque adujo que tiene que ver la propuesta específica primero, antes de opinar sin conocerla a profundidad, insistió en que Araya se enfoca en sacar provecho electoral.
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En el caso de Carlos Alvarado, manifestó que es algo que ya el PAC ha hecho en el pasado, tratar de gastar incluso menos del monto al que tiene derecho por sus resultados electorales. Sin embargo, no se comprometió ni a analizarla ni a discutirla junto con Araya.
Más bien, el candidato presidencial del partido de gobierno explicó que, más allá de esa propuesta, hay que consolidar un compromiso alrededor de los puntos firmados en el Acuerdo Nacional, sobre todo en los aspectos relativos al empleo público y los impuestos.
En cuanto a la posibilidad, siquiera remota, de impulsar la iniciativa de Araya, Alvarado respondió que sería una cuestión interna de cada bancada legislativa.