Los cazadores Geovanny Mora Cruz y Roy Calvo Barquero enfrentarán desde hoy un juicio como presuntos responsables de incendiar la casona de Santa Rosa, ubicada en el Parque Nacional, en La Cruz, Guanacaste.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 9 de mayo anterior.
El debate comenzará a las 8 a. m. Se realizará en el Tribunal de Juicio de Liberia y están citados 13 testigos.
Aunque se tiene previsto un solo día para la realización del proceso, conocedores del sistema judicial consideran improbable que hoy se pueda dictar sentencia.
Los involucrados
El pasado 25 de mayo, el Organismo de Investigación Judicial, ligó a Mora, de 41 años, y a Calvo, de 22, con el incendio en la casona.
Las indagaciones determinaron que ambos fueron trasladados por el transportista Rónald Carballo, el martes 8 de mayo, desde Liberia hasta el Parque, donde presuntamente irían a cazar.
En esa ocasión los individuos iniciaron el viaje en el barrio San Roque de Liberia, pasaron a una estación de servicio en la capital guanacasteca donde echaron ¢2.000 en combustible al vehículo (el pago por el traslado).
Además, según la versión que maneja la policía, Mora presuntamente llenó un galón plástico de gasolina.
Los hombres fueron dejados en el lugar conocido como Cuesta de los Puercos, unos dos kilómetros después del portón de acceso al parque, alrededor de las 9 p. m.
Fueron recogidos por Carballo y otros amigos, a la 1:30 a. m. del miércoles 9 de mayo en el lugar conocido como El Pelón de la Altura, siempre dentro del parque de Santa Rosa.
Las autoridades obtuvieron el testimonio de otras personas quienes dijeron que luego del incendio, al parecer, los cazadores dijeron que habrían quemado la casona como venganza por los continuos arrestos que eran objeto por parte de los guardaparques.
Incluso Mora se encuentra descontando en la actualidad una condena de un año que le impuso el Tribunal de Juicio de Liberia por violación a la Ley de conservación de la vida silvestre .
Calvo entre tanto se encuentra excarcelado desde el 14 agosto anterior cuando un juez penal le concedió la casa por cárcel.