El equipo liderado por Nathalie Tzurio Mazoyer del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Imágenes Neurofuncionales de Caen (norte de Francia), junto con neuropsicólogos de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, estudiaron a uno de esos fenómenos en cálculos mentales, el alemán Rudiger Gamm, de 26 años.
Los investigadores se apoyaron en una técnica de imágenes la tomografía por emisiones de electrones positivos que permite ver regiones del cerebro que entran en actividad durante un proceso de cálculo.
Rudiger Gamm dijo: "En la escuela era considerado como malísimo en aritmética, sobre todo porque no entendía lo que me decían los maestros", señala la revista.
No fue sino hasta que cumplió 20 años cuando comenzó a interesarse en los números intentando resolver problemas de calendario (saber qué día de la semana caía una fecha pasada o futura).
Después se entrenó para participar en juegos por televisión antes de hacer rentable su capacidad, convirtiéndose en profesional del cálculo instantáneo.
Gamm puede decir a toda velocidad cuánto es 99 a la 5ª (9.509.900.499) ó 53 a la 9ª (3.299.763.591.802.133) sin cometer errores.
Rudiger Gamm utiliza para ello áreas suplementarias del cerebro (en las zonas temporales y prefrontales) implicadas en la memoria a largo plazo, lo que le permite tener "a mano" grandes cantidades de informaciones fácilmente accesibles.
Este medio puede ser comparado a la extensión de capacidad de la memoria viva de un ordenador (o el RAM en idioma informático).
Sin embargo, la forma como Rudiger obtuvo esta capacidad a la edad adulta sigue siendo un misterio para la ciencia.