La Corte Plena ordenó que las víctimas de violación (hombres, mujeres y niños) deben recibir tratamiento preventivo para evitar ser infectadas por el virus del sida.
La disposición se adoptó en setiembre del 2005 y su aplicación se inició el año pasado con un plan piloto en San José.
Durante los primeros 12 meses de funcionar el programa, se ha atendido a 135 afectados.
La cifra es muy pequeña, pues estadísticas del Poder Judicial revelan que en el 2006 hubo 1.311 denuncias por violación.
Jeannette Arias Meza, secretaria de Género del Poder Judicial, explicó que el tratamiento tiene que ser gratuito y debe brindarse en las primeras 72 horas después de haberse perpetrado el ultraje.
Arias señaló que, por ahora, el principal problema es el desconocimiento que tiene la población sobre la existencia de este plan.
Agregó que la Corte envió una circular a todas las delegaciones del OIJ y a las fiscalías, en la que se establece la obligación de informar a la víctima sobre la posibilidad de recibir el tratamiento.
En promedio, la Caja Costarricense de Seguro Social gasta al menos ¢250.000 mensuales por el suministro de los antirretrovirales a cada paciente.
Fundamento. La idea de ejecutar el procedimiento médico surgió en los primeros meses del 2005, cuando en la Asamblea Legislativa se hizo público el caso de una violación cometida en diciembre del 2004 en Santa Ana. En esa ocasión se señalaron debilidades en la atención de las víctimas.
Tras el incidente, los magistrados pidieron a la Comisión de Género del Poder Judicial la elaboración de una serie de medidas para proteger a las víctimas, entre ellas se dispuso darle atención contra el posible contagio del virus del sida.
Arias explicó que el programa se fundamentó en varias leyes que regulan la prestación de servicios médicos y en fallos de la Sala IV.
Insistió que tomaron en cuenta investigaciones médicas donde revelan que tomar antirretrovirales en las primeras 72 horas después de un contacto sexual riesgoso puede evitar un contagio con sida.
Agregó que para evitar líos se elaboró un protocolo de atención, que se entregó a oficiales del OIJ, fiscales y al personal del Hospital Calderón Guardia, que ha sido usado para el plan piloto.
Tanto Jeannette Arias como personal especializado del Calderón Guardia, explicaron que el tratamiento se aplica siempre y cuando la víctima este de acuerdo.
Lo anterior porque el suministro de antirretrovirales debe hacerse durante un mes (30 días), en el cual el paciente debe ingerir tres diferentes grupos de pastillas (unas 18 al día aproximadamente).
Luego le dan seguimiento seis meses para determinar si la víctima adquirió el virus. Hasta ahora nadie de los tratados (130 mujeres y 5 hombres) ha sido infectado.