Luego de que el diputado liberacionista Antonio Álvarez Desanti inscribió su precandidatura este martes por la mañana, se abrieron los choques electorales en el Congreso.
A raíz de sus declaraciones en contra de la administración Solís Rivera, legisladores del Partido Acción Ciudadana (PAC) tomaron la palabra en el plenario para solicitarle al verdiblanco renunciar a la presidencia de la Asamblea Legislativa.
Primero fue Marcela Guerrero la que contratacó a Antonio Álvarez al pedirle dimitir al puesto; luego, el subjefe de la bancada, Franklin Corella, se unió al reclamo y consideró que el liberacionista podría aprovecharse de su puesto para la precampaña.
"Sostener ese rol de facilitador del debate lo puede distraer de su campaña política. Él ha hecho señalamientos que merecen un debate de fondo y lo he invitado a que renuncie a la presidencia y baje a la curul a dar ese debate, en dos temas específicos: infraestructura y transporte", comentó Guerrero en torno a las críticas del liberacionista al gobierno de Solís.
Álvarez declaró, en su acto público de hoy, que Solís renunció a tomar decisiones y que ojalá pronto termine "la oscura noche del Partido Acción Ciudadana". Añadió que el Gobierno renunció a construir obra pública y que, desde la ruta 27, no se ha realizado ningún proyecto grande de infraestructura, además de que no se están dando bonos de vivienda.
En las tiendas del PAC, también atacaron al precandidato Marco Vinicio Redondo y Epsy Campbell. El primero dijo que no es cierto que el Gobierno no haya dado bonos de vivienda en Pavas y Goicoechea, sino que ya no se canalizan, "como en gobiernos anteriores", a través de líderes tradicionales que buscaban beneficiarse de esos bonos.
"No puede renunciar a la invitación que le hace mi compañera Marcela Guerrero, ni encubrirse en su rol de presidente, porque es diputado y utiliza la investidura que tiene para hacer control político y no contestar, diciendo que lo hará después del 2 de abril. Debatamos de igual a igual, no se puede aprovechar de su rol y de su investidura", dijo Campbell.
La diputada, quien también lanzaría una precandidatura presidencial -en su caso por el PAC-, le dijo que no puede esconderse en su presidencia y diga "que eso no le toca, ahí sentadito", pues el debate político se realiza en el plenario legislativo.
Corella también invitó a Álvarez Desanti a que deje la silla presidencial del plenario, para que debata asuntos de fondo. De hecho, el oficialista puso el ejemplo del también precandidato Rolando González, quien sí podría debatir en su curul y no con investidura de un cargo legislativo.
La respuesta.
Aunque rechazó responder varios cuestionamientos, Álvarez sí lo hizo cuando Corella le insistió en que baje de su puesto. El jerarca parlamentario dijo que ya renunció a los salarios legislativos de los próximos tres meses, para que no exista el debate de que hace la precampaña pagado con salario de diputado.
En cuanto al cargo que ganó en la elección del 1.º de mayo del año pasado, el liberacionista adujo que quiere tener claro si es la Casa Presidencial, a través de la bancada oficialista, la que le pide que deje el cargo, pues argumenta que ha trabajado con una buena coordinación entre poderes desde que él está en el máximo cargo parlamentario.
Es más, Álvarez Desanti amenazó al oficialismo con que, si renuncia, entraría el parlamento en un periodo de debates para sustituirlo (por ser una sustitución temporal, no permanente) y que eso le trabaría al Ejecutivo el periodo de sesiones extraordinarias en que se encuentra desde diciembre hasta abril.
"El más feliz de dejar la silla de la presidencia sería yo y dedicarme de lleno a la campaña, porque representa un costo en términos de tiempo y dificultades. Lo que me inspira a seguir aquí es un principio de responsabilidad. Si usted me dice que el Gobierno se siente más cómodo con que yo me vaya, le cuento que me está dando una buena idea, porque parte de las razones para no irme es por cumplir con responsabilidad un cargo", dijo el jerarca del Congreso.
Incluso, el verdiblanco calificó de malagradecidos al Ejecutivo y a la bancada del PAC, pues aseguró que él es "un diputado que ha sido consistente en tratar de sacar los proyectos responsablemente en aras de que el Ejecutivo pueda seguir su marcha".
Ante la discusión en que entraron diputados del PAC y el liberacionista, el socialcristiano Jorge Rodríguez criticó que se diera ese debate en el plenario, pues dice que los oficialistas le hicieron un rato de campaña electoral de gratis.
También vinieron críticas al partido de gobierno desde el Frente Amplio, donde Francisco Camacho criticó que se ensarcen en una discusión con precandidatos y no se dediquen al avance de la agenda de proyectos de ley.
Aunque las críticas le cayeron directamente a Luis Guillermo Solís, el presidente de la República aseguró que no debía responder ante tales cuestionamientos, para no rozar los límites de la beligerancia política que le está prohibica por legislación electoral.
El presidente de la República agregó que solamente entraría a responder cuando se cuestione directamente un dato numérico o se exprese una falsedad sobre una estadística de su administración, para el caso de establecer cuál sea el verdadero dato.