Cuarenta horas después de que el presidente Luis Guillermo Solís anunció que el Gobierno tiene problemas de liquidez, los jefes de fracción de la Asamblea Legislativa se reunieron este jueves con la esperanza de que la Presidencia enviara un emisario a negociar posibles soluciones. Sin embargo, los delegados de Zapote no se asomaron por el lugar.
Los voceros de los partidos políticos criticaron que ni el ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro, ni su viceministro, Luis Paulino Mora, siquiera se presentaran a mencionar el problema anunciado en cadena nacional, la noche del lunes, que tiene al Ejecutivo en apuros para pagar sus obligaciones.
Tampoco llegó a la reunión semanal de coordinación del Congreso el jefe de fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), Javier Cambronero, quien pudo ser una eventual fuerza de apoyo a la Presidencia en la negociación de acciones para paliar la falta de dinero en las instituciones de gobierno.
ANTECEDENTE: Solís: 'El Gobierno enfrenta dificultades para pagar sus obligaciones y garantizar servicios esenciales'
Para la presidenta a. i. de la Asamblea, la libertaria Natalia Díaz, es el propio presidente de la República el responsable de convocar a los voceros de los nueve partidos políticos, para definir las necesidades del Gobierno y ponerse a trabajar en lo que puedan durante los nueve meses restantes de este periodo legislativo.
Dicha presencia es más necesaria, dijeron varios jefes legislativos, porque en agosto es el Gobierno es el que maneja la agenda de proyectos que deben trabajar los legisladores, tanto en las comisiones legislativas como en el plenario del Congreso.
Según los congresistas de oposición, el problema es que muchas de las soluciones a las que apunta Solís deben discutirse y aprobarse en el plenario de la Asamblea y hay proyectos que ni siquiera han llegado a cuesta de Moras, como la aprobación de la emisión de bonos de la deuda externa.
El martes, Solís les hizo un llamado a los legisladores para que aprueben las reformas a los impuestos de renta y ventas, presentados en el Congreso desde agosto del 2015, y dijo que promoverá la derogatoria de la ley que restringió el ingreso al país de "capitales golondrina".
No obstante, los parlamentarios aseguraron que ellos tienen propuestas propias para ayudar a enfrentar el gasto gubernamental y para mejorar los ingresos.
"Yo creería que el presidente de la República debería convocar a los jefes de fracción a la Casa Presidencial a una reunión un poco más formal, para ver de qué manera podemos colaborar. Hay que tratar de ver qué podemos hacer en estos nueve meses", comentó Natalia Díaz.
La libertaria expuso que el Movimiento Libertario también está de acuerdo en impulsar propuestas sobre reducción del gasto público y para la reactivación económica, para luego determinar qué hacer con la agenda pendiente. "Es que no hay voluntad de aprobar nada de eso (agenda tributaria) si no ve uno alguna medida previa sobre contención del gasto", indicó Díaz.
Aunque coincide con el llamado del Gobierno a solucionar el problema por la vía de impuestos, la fracción del Frente Amplio también resiente la ausencia de los voceros del Gobierno, en un mes de sesiones extraordinarias que está en manos de Zapote.
"Si (el presidente) quiere convertir en acciones lo que dijo, pues ahí tiene precisamente la agenda, puede manejarla y debería estar generando las propuestas desde el Ejecutivo, para ver cuál va a ser la ruta o la hoja de ruta que se va a generar", manifestó el jefe frenteamplista, Francisco Camacho.
Camacho reconoció que él espera la convocatoria de Solís para definir las acciones específicas, pero también espera que se tomen en cuenta las propuestas frenteamplistas.
El jefe del Frente Amplio también lamentó que la falta de liquidez del Gobierno se esté politizando, pues criticó que partidos como Liberación Nacional hagan conferencias de prensa sobre el tema.
El jefe de la Unidad Social Cristiana (PUSC), William Alvarado, dijo que se puede negociar una reforma a la Constitución Política para limitar el gasto presupuestario a un crecimiento del 3% del producto interno bruto (PIB) con respecto a los ingresos corrientes, pero lamentó la ausencia del Gobierno en la reunión semanal luego del anuncio.
"Este ha sido el esquema cotidiano, incluso ahora en extraordinarias. Si el presidente dice que hay falta de liquidez, debería intensificar las reuniones sobre este tema particular", comentó.
Es más, Alvarado reconoció que el PUSC está dispuesto a debatir el proyecto sobre el IVA, eso sí, ampliando la base de los contribuyentes, pero sin aumentar la tasa del tributo. La condición que pone la Unidad es avanzar en esa reforma constitucional sobre límites al gasto presupuestario.
En las sesiones extraordinarias, el Poder Ejecutivo tiene la potestad de determinar los proyectos que se discutan. Ahora, la Asamblea está en el primer periodo de extraordinarias, que va del 1.° de agosto al 31 del mes.
Entre setiembre y octubre, los legisladores volverán a las ordinarias, cuando son ellos los que determinan los proyectos que se tramitan y avanzan; y en diciembre, se iniciará otro periodo de extraordinarias de cinco meses, la última oportunidad del Poder Ejecutivo para convertir en leyes sus propuestas legales.