Las comisiones plenas o miniplenarios se crearon para aprobar o desaprobar leyes, pero los diputados no las usan.
Dos miniplenarios están sin proyectos en agenda, mientras que el tercero discute tres iniciativas que no puede votar porque hay una moción para devolverlas al plenario.
El caso más significativo es el de la Comisión Plena Tercera, que solo ha sesionado una vez, cuando se nombró a su presidente, el liberacionista Francisco Marín.
Las propuestas conocidas por las tres comisiones plenas las heredaron del anterior Congreso.
Los miniplenarios sesionan una hora los miércoles, y cada una tiene 19 legisladores.
Esas comisiones tienen la facultad de aprobar o rechazar leyes. Sin embargo, no pueden conocer proyectos tributarios, electorales, convenios internaciona-les, presupuestos ni créditos.
Las iniciativas requieren de 38 votos para su trámite.
Razones. Mayi Antillón, jefa de los liberacionistas, reconoció que han dado prioridad a la agenda del plenario en detrimento del trabajo de las comisiones plenas.
Según Elizabeth Fonseca, del Partido Acción Ciudadana, no ha existido “claridad y deseo” de las fracciones para delegar iniciativas a dichos foros.
A su vez, el presidente legislativo, Francisco Antonio Pacheco, coincidió con sus colegas. “Por estar ocupados en otros temas, no encontramos el espacio para buscar consensos”, manifestó.
La socialcristiana Lorena Vásquez justificó el desuso de las comisiones plenas en que no todos los proyectos son delegables.
El jueves, los jefes de fracción y el Directorio analizaron el caso de la ociosidad de las comisiones.
Pacheco confirmó que los partidos acordaron seleccionar algunos proyectos del plenario para enviarlos a las comisiones plenas.
En cinco meses de labor, las plenas han aprobado tres proyectos: una regulación a las ferias del agricultor (segundo debate) y la redistribución del impuesto bananero entre las municipalidades productoras de esa fruta.
También avalaron una prórroga de ocho años a los autobuseros a fin de que coloquen rampas de ingreso para discapacitados.
Una comisión dedicó dos meses a la discusión de la declaratoria del “señorío de Jesucristo”, lo que al final se archivó.
Otro miniplenario no ha podido votar la creación de dos agencias turísticas: una en Limón y otra en Guanacaste; tampoco, una propuesta para regular e inspeccionar los centros educativos privados.