La junta directiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) está paralizada por choques internos que impiden tomar decisiones sobre los asuntos de fondo.
Así lo señalan cuatro de los cinco directores que forman la junta, incluido el presidente ejecutivo del PANI, Mario Víquez.
Las diferencias que han tenido Víquez, Marta Cordero, Adrián Vargas y Rocío Carro con la directora Yalena de la Cruz, han dificultado que ese órgano debata asuntos como la modificación del reglamento de adopciones.
“Lo que le puedo decir es que, en efecto, tenemos un conflicto y que se ha paralizado la toma de decisiones”, aseguró Víquez.
Las diferencias tienen que ver con las consultas y observaciones que plantea De la Cruz en cada sesión y que, en la mayoría de los casos, no tienen relación con asuntos sustanciales, aseguran sus colegas directores consultados.
Afirmaron que podrían renunciar si la situación continúa.
“En una sesión, De la Cruz hizo una ponencia en contra del asesor jurídico porque pidió a un diputado ampliar la solicitud de información enviada al PANI. Dijo que esas no eran atribuciones del asesor”, expresó Adrián Vargas.
“Estoy impresionado por cómo una persona puede obstruir la labor de cuatro más. No hemos discutido problemas de fondo; nos hemos dedicado ver si tal o cual persona respondió o no una carta”, agregó Vargas.
Defensa. Por el contrario, Yalena de la Cruz sostiene que sus objeciones ante diferentes problemas de gestión del PANI no son en vano.
“Entiendo que las personas que han visto cuestionado su trabajo estén molestas, pero la actitud que debe imperar es la de compromiso institucional y mejoramiento del trabajo”, aseguró De la Cruz.
En carta enviada a este diario, De la Cruz detalla sus objeciones.
Entre ellas están la consulta sobre la rectoría del PANI en materia de niñez, y la supuesta omisión de información del presidente ejecutivo en el presupuesto enviado al Ministerio de Hacienda.
Además, De la Cruz atribuye errores a Víquez en la presentación del plan anual operativo.
Según De la Cruz, ese plan fue devuelto por el Ministerio de Planificación por no ajustarse a la misión institucional del Patronato.
De la Cruz planteó un recurso de amparo contra el reglamento de la junta directiva pues se enteró de que uno de los requisitos para ser director es ser padre de familia.
Para la directora, hay pretensiones de sacarla de la junta amparándose a ese reglamento.
Eso lo negó Víquez, quien aseguró que él mismo considera absurdo este requisito y que presentará una moción para anularlo.