Las parejas que decidan dar el “sí” al matrimonio a partir de este año 2004 tendrán que invertir más tiempo y estudio antes de llegar al altar.
Las autoridades de la Iglesia Católica decidieron variar los cursos prematrimoniales para que, según ellos, dejen de ser un simple requisito y sean un verdadero espacio de preparación.
El sacerdote Javier González, uno de los responsables de las modificaciones, aseguró que el proceso de revisión de los actuales cursos fue largo.
Adelantó que las nuevas medidas entrarán en vigencia a partir del segundo semestre del 2004.
Entre los principales cambios se incluyó el tiempo de duración, pues actualmente cada parroquia invierte los días que considera necesarios.
Dentro de unos seis meses, el curso será de 15 sesiones de dos horas cada una. Estas se podrán distribuir según cada templo.
Las recomendaciones son tres: dos fines de semana completos y seguidos; tres semanas con una sesión diaria de lunes a viernes, y por último, una reunión semanal a lo largo de tres meses y medio.
Quienes no cumplan con este paso no podrán contraer matrimonio por la Iglesia.
La idea de hacer un examen final se descartó, pero las parejas tendrán que comprar el material didáctico que se está diseñando especialmente para estas lecciones.
“Tomamos la decisión de fortalecer estos cursos porque no se tomaba en serio por ninguna de las partes y el matrimonio requiere de preparación seria”, comentó González.
Por ahora, se trabaja en la preparación del personal que dará los cursos.
Además, se pretende que los cursos tengan un mayor énfasis en el aspecto didáctico.
Preocupación
Las autoridades de la Iglesia Católica están muy preocupadas por el alto índice de matrimonios civiles y divorcios.
´Según estadísticas del Registro Civil, durante el primer trimestre de este año se reportaron 6.251 bodas, de las cuales 3.487 (56 por ciento) se realizaron ante un abogado y 2.666 ante un sacerdote y 98 fueron de extranjeros.
A estos datos se suman los 2.459 divorcios que se dieron entre enero y marzo del 2003.
Durante todo el 2002 se registraron 23.569 uniones, y las civiles casi duplican las católicas: 15.143 versus 8.129.
Además, 7.786 parejas decidieron dar por terminado su matrimonio.