Dulce Nombre de Jesús (Coronado). Son perfectos atletas. Los hay criollos, iberoamericanos, canadienses, ingleses, españoles y todos asisten a sus clases con regularidad.
Los caballos de la Escuela de Equitación San Francisco, ubicada en este distrito, seducen a los amantes de esta disciplina ecuestre, por su porte y buen paso.
En un área totalmente campestre, entre las montañas de Coronado, Roberto Mora Calvo –con más de 17 años de experiencia en el campo de la equitación– le enseña a sus clientes a cambiar el miedo por estas majestuosas bestias y transformarlo en pasión equina.
Actualmente, la escuela cobra una matrícula única de ¢15.000 y ¢3.500 por cada clase de 45 minutos para convertir en expertos jinetes a los más temerosos principiantes.
“Aquí enseñamos de todo y preparamos a los caballos para todo tipo de actividades: tope, cabalgata, trabajo, volanta, deporte y salto”, dijo el propietario de esta escuela.
En este momento cuenta con un lote de 55 caballos, algunos valorados en más de $10.000.
Además, tienen crías de las mejores razas para los que estén interesados en tener una mascota tamaño familiar.
Si se trata del cuidado y adiestramiento del animal, la mensualidad para tan hiperactivos alumnos es de ¢40.000 mensuales, que incluye la manutención, hospedaje y el adiestramiento.
Es suficiente con ver trabajar a estos maestros de los deportes ecuestres, para saber que en realidad es una diversión que se contagia.