Una cadena de yerros de Recope ha dejado en estado de coma el plan conjunto con China para ampliar y modernizar la vieja refinería de Moín, en Limón.
El principal error: contratar a una empresa vinculada a la petrolera estatal asiática CNPC, su socio en el plan, para realizar el estudio de factibilidad del proyecto.
El análisis no solo carece de imparcialidad y objetividad, sino que viola el Acuerdo de Empresa Conjunta– establecido entre Recope y CNPC–, según el cual el estudio debía hacerlo una empresa ajena a las partes.
Tal señalamiento lo hizo ayer la Contraloría General de la República, al tiempo que solicitó a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) no utilizar el estudio.
De esa forma, el proyecto de refinería, sometido a fuertes críticas y cuestionamientos –mayormente desde la visita del presidente chino Xi Jinping al país, hace dos semanas–, debe ser suspendido.
El pronunciamiento del ente contralor provocó la renuncia, casi inmediata, del jerarca de Recope, Jorge Villalobos Clare.
La empresa informó en un comunicado de que acatará las disposiciones de la Contraloría, pero insistió en la necesidad de que el país cuente con una refinería .
$1.500 millones
Es el costo estimado del proyecto de refinería conjunta con China. De este monto, $1.300 millones corresponde al costo de construcción de la planta.
60.000 barriles
Capacidad de procesamiento diario de la refinadora de Moín si se concreta la ampliación y modernización. La vieja planta de Recope tiene capacidad para 18.000 barriles diarios.
50.000 barriles
Es el consumo nacional diario de combustibles. Los productos de mayor demanda son las gasolinas, diésel y el gas para cocina.
$50 millones
Ha invertido Recope, a la fecha, en estudios y consultorías relacionadas con el proyecto conjunto con China.
$1,8 millones
Costó el estudio de factibilidad de la refinería contratado a la empresa china Huanqiu Contracting & Engeneering y cuestionado ayer por la Contraloría General de la República.
$2,8 millones
Pagó Soresco en salarios a 26 empleados entre junio del 2010 y noviembre del 2012. Además del pago de los sueldos, Soresco giró, en ese mismo periodo, otros $1,2 millones por pluses a empleados de la CNPC.
Fuente: Archivo Nación
Mientras, el Gobierno, por medio del ministro de Ambiente y Energía, René Castro, le otorgó seis meses a la empresa estatal para que presente un plan alternativo. Este debe incluir la posibilidad de hacer un nuevo estudio de factibilidad y considerar otras alternativas, como acelerar la producción y uso de biocombustibles.
La iniciativa de modernizar la refinería y ampliar su capacidad de procesamiento de 18.000 a 60.000 barriles al día, nació en el año 2007 con la visita a China del entonces presidente de la República, Óscar Arias.
El plan, estimado en $1.500 millones, es hoy la obra de infraestructura pública más grande de Costa Rica.
Clave. El estudio de factibilidad analiza los costos y beneficios de un proyecto y es fundamental para decidir si se hace o no una inversión.
Para el caso de la refinadora, esa tarea fue contratada en $1,5 millones por Soresco (Sociedad Reconstructora Chino-Costarricense) a la china Huanqiu Contracting & Engineering Corporation (HQCEC). Su informe determinó que la inversión era viable y cumplía con la rentabilidad del 16% exigida por los asiáticos.
No obstante, semanas después una nueva valoración hecha por la empresa estadounidense, Honeywell, cuestionó esos resultados.
La consultora examinó los esquemas de refinación propuestos y concluyó que el proyecto presentado por HQCEC no era factible debido a que ninguno de los productos requeridos puede producirse según las especificaciones.
Pese a las dudas, el Gobierno decidió seguir adelante y la Contraloría autorizó a Recope a girar los primeros $25 millones a Soresco.
Más desaciertos. La contralora Marta Acosta explicó que, además de la falta imparcialidad, el estudio de factibilidad tiene otros defectos, por lo que no puede utilizarse como referencia para el proyecto.
Citó que la rentabilidad del 16% tomaba en cuenta los ingresos de la refinería; la venta total de su producción, pero no así todos los egresos. Dejaba por fuera inversiones de Recope, como costo de terrenos, tanques, ampliación del muelle petrolero y daño ambiental. Esto implicaría que la TIR (tasa interna de retorno) estaría sobrestimada.
El estudio tampoco consideró el modelo de fijación de precios locales y carece de un análisis de demanda de combustible. El informe financiero que se aportó carece de una fórmula que permita corroborar resultados.