El canadiense Darren Hreniuk, quien se atribuye la invención del canopy, fue facultado a cobrar un derecho de uso por cada turista nacional y extranjero que utilice esta actividad extrema en el país.
La Sala I ratificó la patente del Canopy Tour, que había sido entregada a Hreniuk en 1998 y posteriormente anulada en el 2004 tras una serie de procesos judiciales y administrativos.
De esta forma, la sentencia viene a poner fin a casi de dos décadas de conflicto.
DEL ARCHIVO:Anulada patente de invención de 'canopy'
Según el abogado del inventor, Jorge Mario Marín, el canadiense desarrolló el sistema que permite trasladarse entre los árboles mediante un sistema de cables y poleas.
Al quedar confirmada su patente recibe el derecho para explotar de manera exclusiva esta actividad. Su pretensión es cobrar a los operadores turísticos que ofrecen la actividad un impuesto a las ganancias conocido como royalty, de $10 por cada turista nacional y $15 por cada extranjero.
De esta forma, las compañías que sigan operando deberán ponerse en contacto con Hreniuk para reconocer su creación y asumir el pago de ese rubro.
Marín advirtió que aquellas firmas o personas que exploten el sistema de manera irregular, se verían expuestas a medidas que irían desde el cierre de sitios web donde se promociona la actividad, hasta el cierre judicial de las empresas.
"Las sentencias judiciales confirman que la resolución que canceló la patente fue dictada por un órgano que carecía de competencia material para hacerlo; además, se acreditó sobradamente dentro del expediente judicial que se cumplieron los requisitos de novedad, nivel inventivo y aplicación industrial necesarios para el otorgamiento de la patente.
"La cancelación ilegal de la patente (ocurrida en 2004) impidió que el inventor pudiera explotar con exclusividad los canopys construidos por él, o que pudiera cobrar a canopys autorizados", señaló Marín.
El abogado adelantó que darán un plazo de 15 días hábiles, contados a partir del 1.° de junio del 2017, para que los dueños y empresarios que tienen canopys en sus instalaciones contacten al inventor en búsqueda de un acuerdo para autorizarles la explotación comercial del sistema.
La presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Isabel Vargas, aseguró que esta resolución afectaría a los empresarios de aventura y al sector turismo en general.
Vargas añadió que este jueves sostendrá una reunión con empresarios y juristas para analizar los alcances de la sentencia y definir una estrategia en conjunto.
"Ellos hablan de montos que deberían pagar los empresarios, que no han sido calculados ni definidos por alguna autoridad judicial (...) el punto primordial es la legitimidad de ese cobro", agregó.
De acuerdo con la representante en el país hay más de 70 operadores que ofrecen la actividad del canopy.
Asimismo, dijo que de ser necesario aportarían las pruebas que la Procuraduría pudiera requerir para objetar la sentencia.
Por su parte la Procuraduría General de la República, informó mediante su oficina de prensa que recibió el 24 de mayo la sentencia que dictó la Sala Primera referente a la patente, por lo que ahora solo les queda esperar que se presente la ejecución de la sentencia para conocer la indemnización que el demandante estaría solicitando de parte del Estado.
Historia del conflicto
De acuerdo con la demanda, Darren Hreniuk desarrolló el primer Canopy Tour en la finca Valverde, en Monteverde, Puntarenas, entre 1992 y 1993. En 1996 solicitó que se le concediera la titularidad de la patente de invención.
Dicha patente fue otorgada en 1998 y hasta el 20 de octubre del 2010. En esa ocasión varios empresarios que también ofrecían esta actividad interpusieron un recurso de revocatoria, que conllevó a que en el 2001 se anulara la patente.
El canadiense apeló esa resolución, la cual quedó sin efecto ese mismo año, devolviéndole los derechos.
Esas acciones conllevaron en esa época al cierre de empresas que ofrecían esta actividad, así como el decomiso de equipos y destrucción de estructuras.
Los empresarios siguieron la lucha y solicitaron en el 2003 la nulidad de la resolución que concedía la patente, la cual quedó anulada de manera definitiva al año siguiente.
En respuesta, Darren Hreniuk presentó un reclamo contra el Estado y los dueños de canopys en los tribunales contencioso administrativos.
Dicho proceso se resolvió a su favor en el 2005, pero nuevamente fue apelado en dos ocasiones por la Procuraduría General de la República. Fue la resolución de la Sala I, de la semana anterior, la que pareciera poner fin al conflicto al reconocer la invención y devolver los derechos al canadiense.
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De acuerdo con el abogado, Hreniuk también habría inscrito una nueva patente para la implementación de un sistema más moderno y seguro, con doble cable y sistema de frenado.
Actualmente, dijo, cuenta con los derechos de uso en Bahamas, México, Jamaica y Belice, al tiempo que negocian con empresas de cruceros del Caribe para que solo se autorice el canopy construido por el desarrollador.
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Según el representante, la intención de Hreniuk es trabajar con los empresarios turísticos con el fin de desarrollar la industria de Canopy Tour.