La escasez de lluvias para producir energía hidroeléctrica obligaría al uso de generación térmica, lo que podría subir la factura de electricidad hasta un 11% a partir de abril.
Así, una familia cliente de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y que consume 500 kW/h mensuales, pagaría ¢49.500 y no ¢41.500 (a diciembre 2013).
Aunque la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) todavía no ha fijado de cuánto será el incremento, la entidad asegura que el verano obliga al alza.
“La propuesta inicial era del 11%, pero aún no se ha definido el aumento. La electricidad es más cara en verano y la metodología actual así lo establece”, explicó la vocera de Aresep, Carolina Mora.
El cálculo se basa en el gasto que implica en esta época el uso de combustibles fósiles para generar electricidad en las plantas térmicas.
En noviembre pasado, el intendente de Energía de la Aresep, Juan Manuel Quesada, dijo a L a Nación que era necesario hacer reformas legales para abaratar el costo de la electricidad en el país.
“Se necesitan reformas legales, por un lado que le permitan a la Aresep recortar excesos en los costos de las empresas eléctricas, sobre todo para regular el financiamiento de las inversiones que realizan; y por otro lado, para propiciar el mayor uso del potencial geotérmico”, expresó Quesada.
Competitividad. La Cámara de Industrias de Costa Rica considera que estos aumentos amenazan la competitividad y apuntaron a datos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) que indican que, del 2002 al 2012, Costa Rica perdió 3.000 pequeñas industrias.
“El consumo industrial de energía eléctrica ha venido disminuyendo. Nosotros cada año hacemos una encuesta industrial y el primer factor externo que afecta la competitividad, es el precio de la electricidad. Preocupa que hay empresas que están valorando cuánto cuesta operar en Costa Rica, con respecto a otros países”, comentó Carlos Montenegro, subdirector ejecutivo de la Cámara de Industrias.
Para mitigar el impacto en la factura eléctrica, la Cámara propone un cambio de modelo, que haga a Costa Rica menos dependiente de la energía térmica.
“Confiamos en que el nuevo gobierno asuma con compromiso el tema de la energía. La solución no está en más aumentos para los consumidores, sino en generar medidas que reduzcan el costo, como la generación con geotermia”, concluyó Montenegro.