Ciudad Quesada, San Carlos. El asesinato del camarógrafo de la empresa Telenorte, Cristian Hernández Astorga, de 31 años, no fue algo planeado ni tuvo un autor intelectual.
Así lo informó el Fiscal Henry Esquivel, responsable de coordinar de la investigación, quien agregó que nadie mandó a quitarle la vida, ni tampoco hubo quien pagara para que otro lo hiciera.
Este caso fue considerado uno de los ejemplos más recientes derivados del problema con el consumo de drogas en el cantón.
De acuerdo con el funcionario, tampoco obedeció a un deseo de tomar venganza en contra de Hernández por su participación en trabajos periodísticos relacionados con el tráfico y el consumo de estupefacientes.
Hernández murió en la sala de emergencias del hospital San Carlos a las 10 a. m. del 29 de julio, nueve horas después de que un joven de apellido Guzmán lo atacó con un puñal a la salida de una discoteca en Ciudad Quesada.
Sin nada especial. Esquivel detalló que el incidente que terminó en tragedia se originó en una discusión intrascendente, posiblemente al calor de los tragos por parte de uno de los protagonistas.
"En el crimen solo participó Guzmán, quien en cuatro ocasiones seguidas clavó un puñal en el estómago del camarógrafo", enfatizó el representante de la Fiscalía.
La autoridad judicial hizo saber que sus afirmaciones están basadas en declaraciones obtenidas entre varios testigos y un video aportado por una institución instalada frente al lugar del suceso.
Cristian Hernández, quien durante 22 años consumió drogas, al momento de su deceso tenía aproximadamente un año de estar en rehabilitación. Este joven aprendió a manejar la cámara y planeaba casarse en próximos meses.
Una vez aclarada la situación, las autoridades judiciales del cantón dieron por terminada la investigación de este asesinato que estremeció a la población.