Nicoya, Guanacaste. La confusión por el uso de un terreno en el distrito de Nosara, Nicoya, evita la apertura de una gasolinera, necesaria para abastecer de combustible a los habitantes y a los turistas.
Hasta el momento, no se sabe con claridad si el lugar en el cual se construyó una estación de servicio, desde hace dos años, es un humedal. Por esta razón, no se ha girado la autorización de funcionamiento a la gasolinera.
La presidenta de la asociación cívica de Nosara, Roberta Jones Jonson, interpuso un recurso de amparo en contra de la construcción. Según Jones, el funcionamiento del servicentro contaminaría la quebrada llamada Sube y Baja. Además, alega que el inmueble afectaría el desarrollo ecológico de la zona, porque la obra se ubica en un humedal.
"El pueblo ha estado en contra de la obra. No nos oponemos a que haya una gasolinera en Nosara, sino que sea en otro sitio fuera del humedal", expresó.
Ante esa situación, la Sala Constitucional ordenó a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), dictaminar si el lugar donde se asienta la estructura, es o no un humedal. Además, se debe rendir un estudio en el que se descarte el riesgo de contaminación de la quebrada y del río Nosara.
La Sala dejó sin efecto el acto administrativo emitido por Setena, mediante el cual otorgó la viabilidad ambiental al proyecto.
La alcaldesa de Nicoya, Jennifer Flores, espera que la Sala actúe.
"Estamos esperando que se brinde un informe por parte del Minae (Ministerio del Ambiente y Energía), con respecto a la solicitud que hizo la Sala de certificar la condición del suelo en ese lugar", explicó la funcionaria.
Por su parte, Nicolás Murillo, representante legal del Servicentro Nosara, lamentó la lentitud del proceso.
"Cuando se construyó el inmueble, se tomaron todas las previsiones para evitar contaminación. Ahora nos tienen varados, porque hay que esperar un dictamen que diga si el terreno es un humedal o no", expresó.
Necesidad. José Manuel Herrera es un vecino de Nosara que diariamente tiene que trasladarse hasta Sámara, a 30 kilómetros, donde está ubicada la gasolinera más cercana. Herrera tiene un pequeño camión que utiliza para ofrecer transporte a los comerciantes de la zona.
Además de los vecinos, agentes vendedores, socorristas de la Cruz Roja y turistas viajan hasta Sámara por combustible.
Según Herrera, la falta de una gasolinera en esta zona costera ocasiona pérdidas económicas a los lugareños e inversionistas.
De hecho, esa ausencia hace que personas comercialicen gasolina en forma ilegal. En junio anterior, explotaran en Nosara unos tanques en donde se almacenaba combustible para la venta, explosión que provocó un incendio.