Yislen tiene 9 años y está en primer grado. Ella y su hermano, de pocos meses de nacido, están desnutridos, como lo están tres de cada cuatro niños en Alto Telire, en Talamanca de Limón.
En esta zona de Costa Rica, la talla y el peso de los chiquitos casi nunca coincide con su edad cronológica.
Esto explica porqué esta pequeña, a sus 9 años, no pasa de primer grado de escuela. Está mal alimentada.
En una visita este mes de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), su hermanito necesitó vigilancia médica porque estaba afectado por una fuerte deshidratación.
A estos pequeños y sus familias el Gobierno les promete un plan de acción que pretende ir más allá de la asistencia inmediata, que se limita a comida y ropa, según el compromiso emitido por la segunda vicepresidenta, Ana Helena Chacón.
“Hemos estado trabajando desde el día uno de la Administración (Solís Rivera) y nos hemos encontrado un rezago que nos preocupa mucho en materia de derechos y de desarrollo humano.
La viceministra de la Presidencia, Ana Gabriel Zúñiga Aponte, señaló que, tanto con estos cabécares como con los miembros de los otros 24 territorios indígenas del país, se iniciará un proceso de consulta para conocer, desde las comunidades, cuáles son sus necesidades reales.
“Vamos a articular las acciones para consolidar ese trabajo. Se ha cometido un error cuando se trabaja con ellos, pues no se coordina con estas poblaciones. Muchas de las situaciones que se presentan en Alto Telire tienen que ver con las costumbres y sus redes culturales. Hay que hacer un proceso cultural, no se les puede imponer nada”, dijo Zúñiga.
La funcionaria admitió que esta es una deuda histórica del Estado costarricense.
Límite. Según Ana Helena Chacón, el objetivo es tener una política pública en esta materia a más tardar en uno o dos meses.
Las acciones, que buscan resultados a mediano y largo plazo, se estarían definiendo como parte de un proceso de consulta con los territorios indígenas que iniciaría en los próximos meses.
Esta consulta quedó establecida en la directriz número 042-MP, del pasado 15 de marzo.
Para la defensora de los Habitantes, Montserrat Solano Carboni, se tienen que tomar acciones “inmediatas, concretas, efectivas, coordinadas con múltiples instituciones” para cambiar la situación actual en que vive esta población.
“Lo que es inadmisible y hasta cruel, es creer que la situación actual se tiene que agudizar para hacer algo, y es inaceptable que creamos que la situación no es tan grave como para permitir que el Estado no haga nada”, agregó la defensora.
Solano describió el estado de Telire como “retroceder en el tiempo, más de 100 años, a una Costa Rica sin electricidad, sin acueductos, sin educación, sin trabajo, sin nada”.
Ante eso, la Defensoría promete un seguimiento de los compromisos institucionales con estos territorios indígenas.