El candidato del Movimiento Libertario, Otto Guevara, repartió besos y abrazos a su paso por distintos lugares de la capital, en busca de votos.
Guevara hizo que más de una mujer -sin importar su preferencia política- lo piropeara, le solicitara un autógrafo o que posara para una fotografía. Él respondió con simpatía.
Su intensa agenda se inició alrededor de las 6 a. m. con un desayuno en la casa de sus hijos, en San Miguel de Santo Domingo de Heredia. También lo acompañaron otros familiares.
Media hora más tarde salió a saludar a la prensa y a exhortar a los ciudadanos que estaban indecisos o que pensaban votar por algún partido minoritario, para que le dieran la adhesión.
De ahí, el libertario pasó a una entrevista en el canal 7, en Sabana Oeste, y, al ser las 8 a. m., participó de una misa en la Catedral Metropolitana.
De 9 a. m. a 12 m. visitó varias radioemisoras y luego almorzó en el hotel Parque del Lago, en las inmediaciones del Paseo Colón, en San José.
A las 2 p. m. emitió su voto en el Liceo Julio Fonseca, en La Uruca, y una hora después hizo un recorrido por las escuelas Carlos Sanabria y Rincón Grande de Pavas, donde fue rodeado por decenas de simpatizantes, especialmente mujeres, quienes le robaron más de un beso.
Guevara siempre pareció optimista, y su último recorrido de campaña lo hizo guindando de la puerta de su vehículo, desde donde saludó a sus seguidores. Al filo de las 6 p. m. se retiró a esperar el resultado de la jornada en el hotel San José Palacio.