Dos puñaladas en el pecho estuvieron a muy poco de arrebatarle la vida a una mujer de apellido Mesén, de 46 años.
Informes del Organismo de Investigación Judicial y de la Fuerza Pública señalaron al esposo de la víctima, también apellidado Mesén, como el aparente autor del ataque.
El hecho se registró a eso de las 3:40 a. m. de ayer en una vivienda de urbanización Mallorca, en Hatillo, San José.
Aparentemente, el ataque con un cuchillo de cocina se dio en medio de una acalorada discusión entre la pareja.
Tras ser herida, la mujer logró pedir ayuda, y fue así que miembros de la Cruz Roja la trasladaron al hospital Calderón Guardia.
Allí ingresó con una herida que por pocos centímetros no le perforó el corazón; no obstante, sí requirió de una intervención quirúrgica inmediata.
Entre tanto, miembros de la Policía de Proximidad de Hatillo detuvieron al marido, quien estaba dentro de la casa y no opuso resistencia.
Ayer, él permanecía en las celdas judiciales de Goicoechea a la espera de conocer las medidas cautelares impuestas; mientras, su esposa se recuperaba satisfactoriamente. Incluso, estaba consciente.
La pareja tiene dos hijas, ambas menores de edad, quienes quedaron bajo la custodia de la abuela materna.
Las niñas relataron a la policía que sus padres ya habían tenido una fuerte discusión la noche del 24 de diciembre. El caso se repitió en la madrugada del 31, pero con un final más grave.
Sobre estas personas, sin embargo, las autoridades no conocen antecedentes de violencia doméstica.
La versión fue confirmada por vecinos, quienes se mostraron extrañados pues aseguran que nunca supieron de problemas entre los esposos.
“Fue una discusión igual a la que tiene cualquier pareja, pero... ¡diay!”, declaró, por su parte, un familiar.
Zona difícil
De enero a noviembre del 2003, la Fuerza Pública atendió 31.876 denuncias por violencia doméstica, de las cuales 8.679 ocurrieron en San José.
De acuerdo con Éricka Madriz, abogada de la Fuerza Pública y quien trabaja en la red de mujeres contra la violencia doméstica, las zonas más problemática son Goicoechea, Alajuelita y Hatillo.
Entre los casos más graves en esa última zona, Madriz citó el caso de una mujer de 75 años, aparentemente agredida por su esposo, de la misma edad.
Se cree que él irrespetó medidas de protección y fue encausado por desobediencia. Por esta razón, se le impusieron dos meses de prisión preventiva.
Para los policías, el mayor problema es que no se les informa acerca de si un agresor queda en libertad, y deben apresarlo tras un nuevo ataque. A modo de ejemplo, durante el año capturaron diez veces a un mismo agresor.
Hace dos semanas, el Ministerio de Seguridad Pública anunció la creación de un archivo de agresores habituales, que sería de gran ayuda en el momento de dictar medidas.