Osa. A mediados de este mes, 15 familias de la península de Osa verán iluminado el nuevo año. Gracias a un mecanismo de paneles solares podrán contar con energía eléctrica en sus hogares.
Estas familias guaymíes de la Reserva de Alto Laguna tendrán acceso a este servicio mediante la colocación de celdas solares, financiadas con el Fondo Comunal de Energía (FCE) por $10 mil (¢3,18 millones), del proyecto Fortalecimiento de la Capacidad en Energía Renovable (FOCER).
Este programa es ejecutado por la Oficina para Centroamérica de Biomass Users Network (BUN-CA) con el auspicio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La ubicación de estas nuevas placas se suma a un grupo de 13 viviendas de comunidades como río Piro, río Oro, La Balsa, Dos Brazos de Alto Laguna, La Casona y Miramar, que desde hace cuatro años se abastecen de energía renovable mediante ese método.
La iniciativa, denominada "Electrificación Rural como Incentivo al Manejo del Bosque Natural para el Pueblo Guaymí del Sur de Costa Rica", es implementada por la Fundación Tierras Unidas Vecinales por el Ambiente (TUVA), creada en Osa en 1991 y que se dedica a incentivar el uso de la electricidad solar en esa zona.
Unidos por el bosque
Uno de los objetivos principales del Fondo Comunal de Energía es tratar de vincular la protección de los bosques en Alto Laguna con la provisión de electricidad, utilizando un mecanismo similar a los incentivos forestales.
La condición más importante para que los beneficiarios pasen a formar parte de este nuevo desarrollo es que se comprometan a proteger un total de entre 25 y 50 hectáreas de bosques por un período de 5 a 10 años.
"A cambio de eso, se les da la instalación de los sistemas solares que se emplearán en el uso de las tareas domésticas diarias", dijo Dennis Vásquez, subdirector ejecutivo de TUVA, quien afirmó que el montaje de los nuevos paneles empezará a principios de noviembre próximo.
Debido a las difíciles condiciones topográficas de la Reserva de Alto Laguna, donde habitan aproximadamente 120 familias guaymíes, en ese lugar no existe tendido eléctrico público.
Siendo esta la situación, la energía generada con los rayos del sol representa una opción adecuada para llenar esa carencia y mejorar la calidad de vida de los vecinos del lugar.
El convenio establece que el FCE proveerá los pagos mensuales para el montaje, por parte del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), de los colectores solares que tienen una vida útil promedio de 20 años, si reciben un mantenimiento adecuado.
"Las fuentes de energía renovable tienen grandes ventajas. Contribuyen a disminuir las emisiones de gases, evitan la contaminación y, además, su aprovechamiento a pequeña escala, es generalmente la mejor solución energética para zonas aisladas de la red eléctrica convencional", expresó Gilbert Masís, director de operaciones de BUN-CA.
En la actualidad, esta organización apoya otras dos iniciativas energéticas similares con CoopeSantos, en San Marcos de Tarrazú, y CoopeUnioro, en las proximidades del Parque Nacional Corcovado.