Recién graduado como microbiólogo en la Universidad de Costa Rica y con solo 23 años, Mauricio Ureña Varela espera un milagro para seguir viviendo.
Desde hace ocho días su hígado no está funcionando bien y necesita con premura un órgano nuevo.
Al igual que él, otras 16 personas esperan un trasplante de hígado, pero su caso ahora encabeza la lista de urgencias.
La coordinadora del Programa Nacional de Trasplantes de Hígado, María Amalia Matamoros, explicó que cuando se trata de una persona sana y en cinco días tiene una crisis fulminante, como ocurrió con Mauricio, se le debe dar prioridad.
Según dijo, en este caso se depende de un donante cadavérico pues ya se descartó la posibilidad de utilizar el órgano de algún familiar.
“En este momento tenemos un faltante de donantes, pero a veces es que yo no me entero porque no existe un sistema de comunicación formal”, aseveró.
Luis Ureña, padre del joven, manifestó que su hijo nunca había padecido una complicación de salud tan grave.
“Él está en una condición muy delicada y los médicos están monitoreando su condición pues depende mucho de máquinas”, dijo.
El padre manifestó que han recibido múltiples gestos de solidaridad y ahora solo esperan que aparezca el donante.
Mauricio es vecino de Heredia y está internado en el hospital México desde el jueves anterior.