En la provincia de Limón es muy usual escuchar que se vende la lotería panameña. Se trata de un juego ilícito, como también sucede con las loterías nicaragüense, dominicana, la pulga y los tiempos apuntados.
Esos sistemas clandestinos le arrebatan ¢70.000 millones al año a los ingresos de la Junta de Protección Social (JPS), la cual tiene el monopolio de la lotería en el país, manifestó su gerente general, Milton Vargas Mora.
El dato se desprende de un estudio pagado por la Junta.
Son fondos que no están llegando a los proyectos de bien social que financia la JPS a 419 organizaciones en todo el territorio, incluidos hogares de ancianos y hospitales públicos.
El mercado total de la lotería es de ¢257.000 millones al año. Ese monto incluye juegos de la JPS y los clandestinos. Se excluyen los bingos y los juegos de casino.
Lo recaudado en las loterías ilícitas es el 27,62% del llamado mercado de la suerte.
“El impacto es para la sociedad costarricense porque los dineros que pueden acumular los juegos ilegales se concentran en unas cuantas personas. Si la Junta lograra captar este mercado, todas las utilidades serían para obras sociales. Además, hay otras consecuencias: estas bancas ilegales financian otras actividades ilícitas”, dijo Vargas.
Menos pero... Este año, el monto invertido en juegos clandestinos cayó un 14,5%: se pasó de ¢83.000 millones en el 2013 a ¢70.000 millones, de los cuales el Estado no recibe un cinco en tributos.
Ese monto equivale a 13 veces lo pagado por el gordo navideño: ¢5.600 millones por las cuatro emisiones del mayor.
“El juego ilegal, aunque aún tiene una fortaleza en el mercado, ha cedido ante el empuje que ha dado la Junta a otros juegos”, explicó el gerente en referencia a la lotería electrónica, que incursionó el año pasado.
Este año, la Junta invirtió ¢24.000 millones en diferentes programas sociales.
Por ejemplo, durante el 2014, la JPS entregó ¢5.900 millones a hogares de ancianos; ¢1.800 millones, a centros diurnos para esa población; ¢1.345 millones, para asistencia de niños abandonados; ¢2.800 millones, para la Caja Costarricense de Seguro Social, y ¢269 millones, para el Centro Penitenciario de Psiquiatría.
Las utilidades de la JPS en el 2013 fueron de ¢31.000 millones.
Varios vendedores de lotería consultados por La Nación manifestaron que han notado descensos en las ventas en los últimos años como consecuencia de la venta de loterías ilegales.
Marco Zumbado, vendedor de la JPS desde hace 15 años, comentó que desde hace tres o cuatro años no logra vender el 100% de los enteros que saca.
“Antes yo sacaba, por ejemplo, 100 enteros para chances o lotería de domingo y lo vendía todo. Ahora ya no se puede colocar todo”, aseguró Zumbado.