Si la meta del país es una juventud ágil en el uso de nuevas tecnologías, y la pista de carrera son las escuelas y colegios, la lenta velocidad de Internet es el conjunto de vallas que frena el recorrido.
Aunque un 95% de los centros educativos tiene algún tipo de conexión, menos del 10% tiene una velocidad superior a los 2 megabites por segundo (Mbps).
Esta es la misma velocidad que tiene un solo iPhone con el plan más barato de Kölbi.
La disparidad entre los tipos de acceso solo agudiza las desigualdades: los alumnos tienen acceso a la web mediante seis tecnologías distintas, como ADSL, Data Card (3G) y RDSI, y con velocidades que van desde los 256 Kilobites por segundo, hasta los 10 Mbps; estos últimos siendo una diminuta minoría.
En muchos centros educativos el uso de Internet está sujeto a espacios limitados, como la oficina del director o un laboratorio, y la conexión es asimétrica, lo cual significa que está prevista para bajar información, pero no para subirla.
Según datos del Ministerio de Educación Pública (MEP), estos factores contribuyen a que un 97% de escuelas y colegios tengan una conexión insuficiente, lo cual neutraliza el alcance de las tecnologías en las cuales invierte el país.
Mientras tanto, cada año Costa Rica destina ¢22.000 millones en equipamiento y capacitación para llevar computadoras a las aulas.
Esta contradicción preocupa a Leda Muñoz, directora ejecutiva de la Fundación Omar Dengo (FOD), ente a cargo de los programas de informática educativa del MEP.
“Lo que tenemos ahora es una conectividad de todos tipos, asimétrica y con anchos de banda muy bajos. Entonces sí, hay un 90% de conectividad, pero no de la calidad que necesitamos”, explicó Muñoz.
“No se vale no hacer ese esfuerzo cuando tenés un fondo como Fonatel que tiene dos años sin usarse para nada y tenés una inversión de fibra óptica por todo el país, que está ahí subutilizada”, agregó.
Alejandro Egea, director ejecutivo de la Fundación Quirós Tanzi, coincidió en que el ancho de banda es muy deficiente. “Una escuela debería tener conexión de, al menos, 10 Mbps y simétrico; esto depende de la cantidad de alumnos”, dijo Egea.
Entre 1997 y el 2012, el programa de informática educativa logró ampliar la cobertura de un 26% a un 66% de estudiantes. Para el 2013, se tiene proyectado ascender al 76%, para un total de 562.500 alumnos.

Red educativa. El viceministro de Planificación Institucional del MEP, Mario Mora, reclamó la lenta respuesta de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), órgano a cargo de administrar los recursos del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) para reducir la brecha digital en el país.
“El Proyecto Cerrando Brechas en Educación, presentado ante la Sutel hace más de dos años, pretendía obtener recursos por medio de Fonatel para avanzar en el diseño y desarrollo de una red educativa de banda ancha”, manifestó Mora.
“Desafortunadamente, este proyecto aún no ha sido aprobado. Resulta paradójico que, mientras la realidad nos advierte la necesidad de contar con una red, Fonatel tenga alrededor de $200 millones de dólares sin utilizar”, agregó.
La lenta respuesta de Fonatel motivó a la presidenta, en abril, a encargarle al ICE la tarea de duplicar el ancho de banda en escuelas y colegios y llevarla donde no está aún, proyecto que ya camina.
Al respecto, Eduardo Castellón, vocero de prensa de la Sutel, dijo que ya se sacaron a concurso siete proyectos para llevar Internet de 4 Mbps a 200.000 personas, incluyendo 555 centros educativos.
El plazo para presentar las ofertas vencía el pasado viernes, mas se amplió una semana más.
Sin embargo, Mora resaltó que esto no resuelve el tema de la red.
La FOD y la Academia Nacional de Ciencias desarrollaron una propuesta de arquitectura para una red que garantice, no solo velocidad, sino también seguridad.
Esta contempla conectividad de fibra óptica de 10 Mbps, simétrica y escalonada, para permitir que crezca según las necesidades.
“Ahí está todo: está el diseño, los fondos; tenés todas las condiciones y la gran desesperación nuestra es que no pasa”, exclamó Muñoz.
“Por estar esperando a Fonatel ya perdimos tres años. La decisión nuestra es iniciar un proceso con la Fundación”, concluyó Mora.