San José (Costa Rica)
“Disculpe la molestia”, leía el cartel de una sonriente joven, cuando la Marcha de las Mujeres #8M provocó el cierre temporal de la Avenida Segunda, en San José. “Nos están matando”, remataba el mensaje, que rápidamente dejó atrás a una masa de conductores furiosos por el cierre de la vía, para unirse al coro que cantaba –entre otras tonadas– “¡No es no! ¡No es no! ¿Qué parte no entendiste, la N o la O?”.
En conmemoración –no en celebración– del Día Internacional de la Mujer, el miércoles 8 de marzo miles marcharon por la ciudad capital, cantando demandas de respeto y equidad, protestando contra el machismo y el patriarcado, e izando cartulinas que pusieron en manifiesto que, para el movimiento feminista, lamentablemente, todavía hay una sobreoferta de razones para protestar, todos los días.
Estos retratos representan tan solo algunos de los muchos motivos por los que tantas mujeres se impusieron esta semana en el espacio público. Estas son sus demandas, sus preocupaciones y sus intenciones, en sus palabras y en sus términos.
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Briana Carmona Quesada, 7 años. Su madre, Irene Quesada, marchó con ella “por los derechos de las mujeres, por ser independientes y para que ella aprenda lo que es ser mujer en realidad”. La niña escribió su mensaje y lo defendió hasta el ocaso de la noche.
Shekina Jiménez Hinestroza, 20 años. “Siento que es una necesidad venir nosotros hasta acá, manifestarnos, darnos a conocer y saber que somos mujeres enojadas. Esto es un problema de género, aunque muchos no lo que quieran ver así”.
Celeste Carballo Monge, 22 años. “Los motivos (para marchar) son muchos: todas las muertes, todos los embarazos no deseados por violaciones, todo el drama que hace la iglesia y la gente, los asaltos a mujeres, violaciones, los piropos... O sea, es demasiado cansado todos los días. Son demasiadas cosas”.
Raquel Valverde Flores, 37 años. “Están en todo su derecho de manifestar sus pensamientos. Estoy de acuerdo con la participación femenina. Tenemos que salir adelante, dar la cara, saber que también somos dignas de ocupar un puesto, de ocupar un cargo, y de hacerlo con orgullo”.
Mercedes Madriz, 18 años. Al otro lado, había un mensaje a favor del aborto; el mensaje que “no debería existir”, no porque esté en contra, sino porque para ella el aborto no debería de dudarse. “Marcho para conmemorar la lucha feminista en América Latina y en todo el mundo”, comentó.
Megan Hernández, 23 años. “No queremos sentir miedo a salir de la calle, no queremos andar lapiceros para sentirnos más seguras, no queremos andar tenedores, no queremos andar gas pimienta, no queremos escuchar los mensajes que tengan que decirnos sobre nuestro cuerpo”.
Anónima. “Creo que también es importante el tema de la mujer palestina, de la mujer que lucha, no solamente la mujer nacional, internacionalmente también hay muchas mujeres en lucha, sobretodo de pueblos oprimidos”.
Camila Marín Guzmán, 22 años. “La gente piensa que el 8 de marzo es para celebrar, pero es para luchar. A veces ponemos la lucha feminista en segundo lugar, por eso ‘disculpe las molestias’, pero no podemos olvidar que el tema es primordial y que debemos darle la prioridad que merece”.
La autonomía femenina fue un tema recurrente en los mensajes del miércoles. En las imágenes anteriores aparecen Ana Lucía Mayorga, Tatiana Sobrado y Mariana Mayorga (en orden usual).
Adriana Laclé Murray, 67 años. “No es una marcha, es un paro. En otros países se está haciendo paro laboral. Nosotras (ella y su amiga, Silvia Huertas Jiménez) estamos ya paradas; somos jubiladas”. Las amigas se unieron a la manifestación desde el comienzo, en el Parque Central.
Katherine Morales Matamoros protagonizó un performance que aconteció durante la marcha, la cual recorrió atada por elementos como “la ley” y “el padre”. “Marcho porque me dijeron que no tengo que cometer pecados peores que los que cometen quienes violan”, manifestó.
Andrea Alfaro, 24 años. “Estamos demasiado hartas de luchar todo el tiempo con algo tan básico como usar el espacio público sin que nadie nos diga nada, sin tener que agachar la cabeza y escuchar groserías. A eso súmele el salario desigual, las oportunidades, cómo nos dicen que tenemos que vernos...”.
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Retratos: Nicole Alpízar / Fotografías de galería: Albert Marín / Entrevistas: Alessandro Solís Lerici / El crédito más importante es para el espíritu y el ímpetu de las personas que apoyaron la movilización. #NiUnaMenos