El ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, salió esta noche en defensa de su exviceministro, Daniel Soley, por el ofrecimiento de embajadas que este último le hizo a la procuradora general, Ana Lorena Brenes.
Según el jerarca, su subalterno le negó que haya hecho tal ofrecimiento y, ante los diputados de la Comisión de Control de Gasto Público, aseguró que todo era producto de una "fábula periodística" que fabricó La Nación.
"Como ministro de la Presidencia, afirmo ante esta Comisión legislativa y ante toda Costa Rica que La Nación faltó a la verdad e indujo error a sus lectores cuando tituló: 'Presidente ofrece a una procuradora incómoda asumir una embajada'", dijo Jiménez.
"Y sostengo que faltó a la verdad de manera deliberada", agregó.
Jiménez declaró que este medio fabricó una "tormenta de papel" a base de "especulaciones", a pesar de que durante casi cuatro horas, en la mismo Comisión y bajo juramento, Brenes reiteró que Soley le hizo tal ofrecimiento.
La procuradora fue más allá y dijo que el exviceministro la amenazó para que se fuera y que, como salida, podía optar por asumir la embajada en Noruega, Suiza, República Dominicana, Italia o Panamá, o bien, ocupar un puesto en una junta directiva o hacerse cargo de la asesoría legal de un hospital en construcción.
El ministro evitó decir que la procuradora mentía, aunque dejó claro que creía en la versión de Soley, la cual le fue comunicada durante una reunión con el presidente Luis Guillermo Solís.
"Don Daniel desmiente la denuncia de doña Ana Lorena", dijo Jiménez.
También reconoció que supo de la cita del 6 de enero, donde se hizo el ofrecimiento, pero negó haber solicitado la renuncia de Brenes y que la cita tuviera una agenda definida: "La versión a la que me estoy ateniendo es a la de don Daniel".
Para Jiménez el café que se tomaron Soley y Brenes era para buscar un acercamiento con la Procuraduría, dado que la relación era fría, pero no porque el Poder Ejecutivo estuviera molesto por pronunciamientos contrarios que emitió el abogado del Estado en torno a decisiones que tomó el presidente Solís.
"Hablaron de cosas personas, del futuro laboral y profesional de cada uno de ellos, pero recalca que jamás hubo amenaza o presión alguna, ni tampoco ofrecimiento de ninguna naturaleza... Soley le informó al presidente que la reunión había sido absolutamente cordial y amistosa", expresó Jiménez.
La comparecencia de Jiménez fue suspendida pasadas las 9 p. m. de este miércoles y se retomará a las 12 m. d. Aun está pendiente que los diputados le realicen el interrogatorio, solo tuvo tiempo el diputado de Liberación Nacional (PLN), Antonio Álvarez Desanti.