La Fuerza Pública de Puntarenas evitó que familiares de Marvin Freddy Hernández Acosta tomaran la ley en sus manos y lincharan al menor de edad sospechoso de asesinarlo el domingo pasado.
Los parientes rodearon la casa del individuo, en barrio Jireth de El Roble, Puntarenas, y a gritos lo llamaron para que saliera de la propiedad.
Algunos lugareños dijeron haber escuchado disparos antes de que llegara la Fuerza Pública, pero las autoridades no pudieron corroborar esa versión.
El presunto homicida, conocido como Coco, estaba oculto en la propiedad, pero accedió a salir cuando agentes del Organismo de Investigación Judicial y la Fuerza Pública de Puntarenas lo protegieron.
La captura se registró pasadas las 7:30 p. m. del domingo, comentó el director regional de la Fuerza Pública, Juan José Andrade.
Coco era buscado desde la madrugada del domingo, cuando, al parecer, disparó por la espalda al cuidador de carros para no pagar una deuda de ¢350.
“Llegaron a la casa (del menor) unos 10 familiares. Dialogamos con ellos para que no ocasionaran daños a la propiedad. La gente actuó de forma muy positiva y se tranquilizó”, dijo el jefe policial.
Durante 15 minutos los policías judiciales conversaron con la familia de Coco para convencerla de la entrega.
“Tuvimos que acordonar el lugar para que no lo atacaran”, puntualizó Andrade.
El sospechoso no tenía en su poder la supuesta arma homicida. Presuntamente, la entregó a un conocido poco después del hecho.
El menor fue presentado ayer ante el Juzgado Penal Juvenil de Puntarenas.
El propio Hernández reveló poco antes de morir la identidad del presunto atacante.