La actividad la organizada la Unión Cantonal de Asociaciones, en conjunto con los carniceros, vecinos y autoridades locales.
El monto que se recaude se destinará a obras de bien social en pro del desarrollo del cantón, entre ellas capacitación a asociaciones y mujeres jefas de hogar.
El colorido de la feria motivó al Instituto Costarricense de Turismo (ICT) a declararla de interés turístico el año anterior.
En su quinta edición, la festividad ofrecerá a los turistas y vecinos –además de los famosos chicharrones– exhibiciones de varios artesanos del cantón y alrededores, así como un puesto con información sobre Puriscal.
“Este año la idea es explotar más la parte turística. Puriscal tiene bellezas que debemos promover, como el parque nacional La Cangreja, la reserva indígena de Zapatón o el templo de Barbacoas”, dijo Francisco Ureña, uno de los organizadores.
La Feria del Chicharrón estará ubicada 200 metros al sur del templo antiguo, en el barrio San Isidro.
Además, habrá una serie de actividades culturales y recreativas, como juegos infantiles tradicionales, ciclismo y una cabalgata, el domingo 5 de diciembre.
Según Ureña, se prepararán aproximadamente 5.000 kilos de carne a la vista de los visitantes, para que cada quien escoja y pueda satisfacer sus gustos.
Para este año, el precio del plato de chicharrones podría oscilar entre los ¢1.000 y los ¢1.500.
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