Riteve, empresa encargada de la revisión técnica vehicular, tolera límites de ruido superiores a los establecidos en la ley de tránsito.
La diferencia obedece a que el manual de Riteve, elaborado por el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) –dependencia del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT)– contempla como límites los estándares fijados en un reglamento de 1993 y no en el actual, que entró en vigencia el 23 octubre del 2015.
Así, según datos proporcionados por la Policía de Tránsito y la propia empresa responsable, mientras en automóviles, el máximo de decibeles (dB) permitido por el Tránsito es de 90, en la inspección realizada anualmente es de 96.
"Nuestros límites no se actualizaron, seguimos operando con los que teníamos (...). Nosotros no somos los que decidimos ni tampoco podemos cuestionar las decisiones", comentó Jennifer Hidalgo, vocera de Riteve. La actualización es responsabilidad del Cosevi.
Según Carlos Rivas, director legal del Consejo, la regulación se iba a unificar desde el 2015 para evitar discrepancias, pero adujo que hubo "atrasos" por los cuales será hasta finales de este mes que se publiquen los cambios en la normativa de revisión vehicular.
"La modificación se remitió al Ministerio (de Obras Públicas y Transportes) porque deben firmarlo el ministro (Carlos Villalta) y el presidente de la República (Luis Guillermo Solís)", explicó Rivas.
El objetivo es que la unificación de límites de ruido coincida con la aprobación de 19 reformas a la actual ley de tránsito y con la compra de 20 sonómetros nuevos que medirán los decibeles de cada automotor.
Los cambios, que se tramitan en el expediente legislativo 19.636, fueron aprobados en primer debate el lunes 30 de enero.
La reforma pretende sancionar con mayor rigurosidad la contaminación sónica de los autos, entre otros aspectos.
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No obstante, 17 diputados decidieron suspender la votación final del proyecto para consultarlo ante la Sala IV.
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Sanciones
La diferencia de límites entre instituciones hace que la aprobación de la revisión vehicular no sea garantía de que un oficial de tránsito detenga el automotor en la calle e imponga una multa. La sanción puede ser apelada por el supuesto infractor.
En estos casos, será una interpretación legal la que defina si la sanción se mantiene o no.
Actualmente, la multa por superar los límites de ruido es ¢21.992. Sin embargo, con los cambios que se debaten en el Congreso, subiría a ¢306.850.
Además, los oficiales podrían retirar las placas de los automotores y se recuperarían hasta después de una inspección que verifique la corrección del problema de ruido.
"El ruido contamina; por eso se tramitó la reforma a este proyecto. La inspección para corroborar que se corrigió el problema será gratuita e impedirá que los conductores anden en la calle con el problema, porque, si lo hacen y son detenidos sin placas, el vehículo se decomisa", manifestó Mario Calderón, director de la Policía de Tránsito.
Gerardo Dávila, jefe de la Unidad Técnica Nacional de Tránsito, agregó que con los ajustes que se tramitan en Cuesta de Moras pretenden ser menos permisivos.
Motos con más problemas
Calderón y Dávila aseguran que las motos son las que más problemas de ruido presentan, porque los conductores modifican las muflas.
El Tránsito cuenta con 23 dispositivos de medición de sonido, por lo que las autoridades esperan que los 20 sonómetros nuevos sean certificados por el Laboratorio Costarricense de Metrología (Lacomet), para utilizarlos cuando rijan las modificaciones a la ley de tránsito.
"Tener un respaldo del Laboratorio Costarricense de Metrología (Lacomet) y al oficial debidamente capacitado disminuirá la posibilidad de que se dé un cuestionamiento al parte aplicado", expresó el jerarca del Tránsito, Mario Calderón.
Motociclista: 'En Riteve nunca he tenido ningún problema'
En un operativo de 40 minutos realizado por las autoridades el viernes 3 de febrero, en San José centro (a un costado de la catedral metropolitana), se multó a tres motociclistas por superar el límite de decibeles permitido para el modelo que vehículo manejaban.
El oficial de tránsito Eduardo Mejía explicó que revisaron documentos tanto de los conductores como de los automóviles. También se les hizo la advertencia de que en seis meses –de aprobarse las modificaciones a la ley– la sanción económica y administrativa será mayor que la actual.
De los tres conductores sancionados por el Tránsito, solo uno cuestionó la infracción.
"Sabía que me podía multar, pero en Riteve nunca he tenido ningún problema, siempre que la llevo (la motocicleta) a revisión paso sin problema. Creo que deberían tener un mismo parámetro", manifestó Gustavo Sáenz, vecino de Escazú.
Por su parte, Roberto Artavia, vecino de San Pedro de Montes de Oca, apoyó los controles para regular el ruido. "Ando una mufla original para no hacer ruido, porque me parece muy mal que algunos excedan la medida", precisó.
¿Cómo se hace la prueba?
Para realizar la prueba, el sonómetro se coloca a 0,5 metros de la mufla del vehículo, en un ángulo de 45 grados. Cuando el automotor es acelerado, el aparato capta la onda de sonido de este y brinda los decibiles emitidos junto con la fecha y hora de la prueba.
"El micrófono aisla el sonido de ambiente y capta solo el de la mufla", aclaró Gerardo Dávila.
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Los operativos contra ruido dejan, en promedio, 40 multas diarias. "Todos los días se controla el ruido, no son muchas boletas pero sí se hacen", afirmó Dávila.
Durante el 2016 se realizaron 15.503 boletas por exceso de ruido, mientras que en los primeros 22 días de enero las sanciones fueron 116.
Contaminación sónica afecta la salud de las personas
Los efectos de la contaminación sónica van más allá de un daño temporal en el sistema auditivo de los seres humanos; el ruido excesivo puede generar hasta un accidente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una atmósfera sonora agradable debe estar por debajo de los 45 decibeles (dB).
Ricardo Morales, jefe de la Unidad de Normalización de la Dirección de Protección al Ambiente Humano del Ministerio de Salud, explicó que hay consecuencias agudas, crónicas y de corto plazo luego de la exposición al ruido.
"Las personas expuestas al tránsito, que trabajan en aeropuertos o en ambientes industriales sin protección, pueden tener problemas de sordera; esos son los efectos agudos. En el corto plazo, también puede quedar una especie de silbido o vibración en el oído", dijo.
Estrés
En un escenario con efectos crónicos, la población puede padecer estrés, tener dificultad para conciliar el sueño y problemas de concentración.
"Quienes sufren efectos crónicos son propensos a accidentes porque en estos casos se está menos alerta", añadió.
Morales manifestó que, en ambientes donde el ruido supere los 80 dB, es recomendable que las personas utilicen tapones u orejeras.
Agregó que, según el Reglamento para el control de la contaminación por ruido, existen límites en zonas residenciales, comerciales, industriales o agrícolas, pecuarias, zonas de tranquilidad y mixtas según la hora del día.
Por ejemplo, en un lugar residencial se establece que el ruido debe estar por debajo de los 65 dB de día y de 45 durante la noche. En lugares comerciales los límites son de 70 (día) y 55 (noche), industriales 70 y 60, zonas mixtas 70 y 45 y regiones tranquilas 50 y 45.