El empresario Román Macaya de 47 años, recibió el beneplácito del gobierno de Estados Unidos para ser nombrado como embajador Costa Rica en Washington.
Fue el pasado viernes cuando obtuvo la venia, un mes y medio después de que el presidente Luis Guillermo Solís hiciera la gestión ante la Casa Blanca.
De acuerdo al exprecandidato presidencial del Partido Acción Ciudadana (PAC), su juramentación será el próximo martes en Consejo de Gobierno, por lo cual espera asumir la embajada a la brevedad posible, a más tardar a finales de agosto.
Agregó que su traslado va “muy adelantado”, debido a que en los últimos 45 días ha viajado a la capital estadounidense en tres ocasiones para buscar su nueva casa y definir a cuál escuela irán sus hijos, pues el curso lectivo comienza el 2 de setiembre.
Por segunda vez consecutiva, la persona que se designa en Washington tiene que renunciar a su doble nacionalidad, el mismo trámite hizo la antecesora de Macaya, Muni Figueres.
Sobre el tema migratario asegura que Costa Rica puede jugar “un rol importante” en la busqueda de una solición regional al conflicto y en ese sentido, espera ejercer de mediador entre sus colegas centroamericanos en Washington y las autoridades de la Casa Blanca.
A su juicio si bien la problemática migratoria se da en Centroamérica del norte, si Estados Unidos fortalece su frontera y la hace menos porosa, esos niños podrían cruzar al territorio costarricense.
“Hay que ver si existe viabilidad política para una solución integral al problema. Pero creo que el país tiene la autoridad moral para promover el diálogo, dado que no es fuente de origen de los menores que cruzan la frontera”, expresó Macaya.
En el ámbito comercial, aseveró que su prioridad es incrementar el número de empresas que deciden ampliar sus operaciones en suelo nacional y administrar de la mejor manera las herramientas que ofrece el Cafta.
Sobre ese tratado comercial y su oposición al mismo durante su negociación, aclaró que es “un tema concluido”, que las críticas solo se dan en el país y no en Estados Unidos.
“Nadie está hablando de denunciar el Cafta, el contexto es muy diferente, antes teniamos otra opción, la Cuenca del Caribe, para acceder al mercado norteamericano, ahora no, solo tenemos el tratado comercial y tenemos que saber administrarlo y usar sus herramientas cuando se estén violando los derechos de los nacionales”, concluyó Macaya.