En la mente de las personas que viven en los bajos del puente sobre el río Pilas están frescas las imágenes del accidente en el que perdieron la vida Lorena Gutiérrez y José Antonio Vásquez.
Hoy, el miedo a una nueva tragedia reina en los hogares de por lo menos ocho familias.
“Desde que pasó el accidente, nos prometieron sacarnos de aquí hacia un proyecto de vivienda, pero el tiempo ha pasado y aún no nos llevan de este lugar”, dijo Elma Sánchez, una de las vecinas.
Sostuvo que, desde el día del percance, por lo menos cuatro vehículos han estado a punto de caer sobre sus casas.
Alonso López Montero, otro poblador, afirmó que existen más peligros para las viviendas.
“En el caso mío, el río está lavando el paredón, por lo que, en cualquier momento, mi casa se puede derrumbar. A otros vecinos ya les cayó una parte del paredón que está detrás de las casas, por lo que tuvieron que irse”, explicó.
Por su parte, el alcalde de Naranjo, Mario Solís Rojas, informó de que, desde antes de la tragedia, el Concejo trabajaba en un plan para reubicar a las familias.
“Ellos serán llevados a Pilas en el Rosario de Naranjo. Allí, un vecino nos regaló un terreno en el cual podemos construir 30 casas; pero hubo un error al diseñar el plano ya que las casas fueron ubicadas fuera del terreno que obsequió el donante”, explicó.
Ante esa situación, existe la oferta de venderles ese otro sector, pero el valor es muy alto y los afectados no tienen dinero.