Felices y agradecidos con las corridas de toros. Así dicen estar la mayoría de los chinameros y dueños de bares que este año, pese a la mala experiencia del anterior, se dieron cita en Zapote.
Sin lugar a dudas, aseguran, las corridas de toros les han generado hasta el momento mayores ganancias que el año pasado, cuando no hubo toros y menos gente visitó el campo ferial.
“Yo calculo que entre un 50 y un 80 por ciento han mejorado las ventas este año”, expresó Jairo Londoño, del bar Cacique, quien en los festejos pasados perdió cerca de ¢80.000 en un pequeño puesto donde vendía helados.
Eduardo Soto, del chinamo La Tremenda II, aseguró que este ha sido un año muy bueno para él y lo atribuye también a los toros. “El año pasado no recuperamos la inversión, pero esta vez creo que sí, tanto del chinamo como de la cantina”, indicó.
Casi todos ellos deben invertir entre uno y seis millones de colones para obtener sus puestos y equiparlos con el mobiliario y la materia prima que necesitan para trabajar. Soto indicó que este año él y su hermano debieron desembolsar cerca de ¢6,5 millones, inversión que esperan recuperar en los días que faltan.
Duro comienzo
Entrarle duro al año y trabajar hasta el cansancio para atender a los miles de visitantes que llegarán hoy a Zapote, es lo que esperan hacer este 1.° de enero los chinameros y operarios de los tradicionales juegos mecánicos.
Si de algo están seguros es que hoy será el mejor día de afluencia y, por consiguiente, de ventas; así es que desde ayer se apresuraron a tener todo listo.
“Hoy (ayer) todos madrugamos para ir preparando lo que necesitamos para las pupusas, el cantonés y la carne porque siempre el 1.° es el día más socado y el mejor de las fiestas”, dijo Luis Monge, propietario del chinamo Pupusas Lauren, quien espera obtener cerca de ¢2 millones con las ventas que haga hasta el fin del día.
Por su parte, Edwin Yáñez, del Play Land Park, asegura que hoy esperan alrededor de 5.000 personas en cada juego. Un 1.° de enero, afirma, la gente viene y hace filas hasta de cuatro horas para subir a un juego mecánico en el que solo está un minuto.
Para Douglas Alvarado, presidente de la Comisión de Festejos de Curridabat, la afluencia de este año a Zapote ha estado muy por encima respecto al año anterior.
Agregó: “En esta ocasión se vendieron todos los puestos y esto sin duda mantiene más motivados a los vendedores, quienes se han beneficiado mucho de las corridas, el orden y la seguridad. Ahora lo que queda es ganancia”.