Corresponsal
Carrillo. Los vecinos y hoteleros del golfo de Papagayo dicen que empiezan a sentir los efectos de la escasez de agua.
Rafael Anchoa Cortés, quien tiene tres meses de trabajar para una empresa constructora en la edificación de un condominio, dijo: "A ciertas horas no tenemos agua, la presión baja y eso nos dificulta las labores, porque necesitamos irrigar las obras".
Por su parte, Alberto Salas propietario del hotel Mangaby, destacó que aunque el crecimiento turístico beneficia a todos, no pueden obviar que si no se realiza una explotación debida del agua en un futuro cercano comenzarán a sufrir las consecuencias.
"Ya comenzamos a sufrir este verano; en Semana Santa, pese a que no hubo una ocupación de habitaciones como en otros años, el servicio de agua se vio interrumpido en varias ocasiones y eso molestó a los clientes y a nosotros", dijo.
Salas, quien también es miembro de la Asociación de Desarrollo de playa Hermosa, destacó: "Hay un crecimiento que es bueno para la región, pero yo creo que tenemos un manto acuífero que está colapsado y las autoridades de AyA deberían de pensar en otras opciones para poder dar agua a todo este desarrollo que estamos teniendo aquí".
Salas agregó que en este momento quienes viven en lujosos condominios en la parte alta de playa Hermosa son los que más han sufrido la escasez del líquido; ese es el caso de los residentes en Palo Alto.
"Si usted va allí, le van a hablar muy mal de AyA; ellos han sido muy perjudicados porque cuando la presión del agua es mínima ahí el líquido no llega".
De acuerdo con lo dicho por el hotelero, las personas que tienen pozos propios se han visto obligadas a solicitar los servicios de Acueductos debido a los problemas de abastecimiento, ya que esos pozos no cuentan con similar capacidad.