Lord Malcolm Pearson de Rannoch, político británico y fundador de la corredora de reaseguros inglesa PWS, señaló a Cristóbal Zawadski, expresidente ejecutivo del INS, como una de las dos personas que daban instrucciones para movilizar el dinero de un fondo discrecional cuyo monto exacto y destino aún se desconocen.
Las declaraciones de Lord Pearson se incluyen en una detallada minuta de la reunión que sostuvo el británico con el actual presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Seguros, Guillermo Constenla, el 14 de setiembre, en Londres. En el encuentro participaron los abogados de PWS y dos abogados de la firma Lovells, representante del INS en Inglaterra.
La minuta, presentada por Constenla ante la junta directiva del INS, transcribe la conversación previa entre las partes antes de llegar a un acuerdo en el que PWS se comprometió a entregar, en un plazo no mayor a seis semanas, toda la información requerida por el INS sobre los negocios que sostuvieron.
PWS también está anuente a devolver el dinero que recibió de más, a cambio de que el INS se comprometa a no acusarlos legalmente en el Reino Unido. También pretenden lograr inmunidad en Costa Rica a cambio de su colaboración.
La Nación tuvo acceso a una copia de la minuta. Ayer se llamó a Constenla para verificar la autenticidad del documento y confirmó todo su contenido.
Consultado sobre las declaraciones de Lord Pearson, el presidente del INS ratificó que el empresario inglés atribuyó a Zawadski y al exjefe de reaseguros Álvaro Acuña haber girado las órdenes para movilizar el dinero del fondo de capacitación discrecional.
“Lord Pearson se cuestionó que cómo era posible que le quisiéramos atribuir responsabilidades a PWS si las órdenes las dieron Zawadski y Acuña”.
Constenla prefirió no dar más detalles sobre la conversación e insistió en que la minuta será pública el próximo lunes, cuando se ratifique el acta de junta directiva
Mientras conversaban sobre el hipotético caso de que el dinero del fondo se hubiese empleado en sobornos, Lord Pearson dijo: “Sería responsabilidad de PWS; aunque las instrucciones fueron dadas por Álvaro Acuña y por Cristóbal Zawadski”.
El fundador y presidente de PWS también preguntó si Zawadski y Álvaro Acuña –exjefe de reaseguros del INS– se encontraban en Costa Rica y sugirió a Constenla que los buscaran.
Zawadski no devolvió mensajes dejados en su casa y con su esposa. Álvaro Acuña tampoco respondió mensajes dejados en la contestadora de su celular.
Pólizas infladas. Hasta el 2005, PWS era el único corredor contratado por el INS para que colocara, entre reaseguradores en el mundo, la póliza U-500 que cubre todos los bienes del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), valorados en unos $4.200 millones.
El reaseguro es otra póliza que compran los aseguradores, en este caso el INS, para cubrirse en caso de que ocurran grandes pérdidas.
El INS reaseguró, mediante la corredora de reaseguros PWS, un 98% de los riesgos del ICE; sin embargo, pagó primas infladas, según comprobaron una investigación de este diario y un informe de la Contraloría General de la República.
PWS es la misma compañía que entre setiembre de 1999 y octubre del 2000 giró al menos dos cheques por $150.000 a la cuenta panameña de la empresa Inversiones Denisse, en la que el expresidente Miguel Ángel Rodríguez recibía dineros del exterior. El exmandatario aún no ha dado explicaciones sobre la razón de esos depósitos.
Durante la administración Rodríguez (1998-2002), PWS infló las pólizas del ICE para crear un fondo discrecional de al menos $1,6 millones sobre el cual la empresa no había querido dar cuentas. El presidente del ICE en ese momento era Rafael Sequeira Ramírez, consuegro de Rodríguez. En el INS, fungía como presidente ejecutivo Cristóbal Zawadzki.
El 4 de agosto del 2005, PWS International admitió, en una carta enviada por el ejecutivo Adam Bragg al INS, la existencia de un fondo discrecional de $1,6 millones que operó entre 1997 y el 2002.
Sin embargo, semanas después, ante los insistentes cuestionamientos del INS, Bragg se desdijo de su carta y la empresa se mostró hermética. La apertura reciente de la empresa se produjo, según indicó Constenla, después de los procesos legales que inició el INS en Inglaterra y gracias a la intermediación de la embajada de Gran Bretaña en Costa Rica.
Preocupación. Durante la conversación en Londres resultó notoria la preocupación de los abogados de PWS por las posibles consecuencias penales para la compañía.
Uno de los abogados de la firma británica preguntó si Julian Messent, ejecutivo de PWS que atendía la cuenta con el INS, estaba acusado formalmente en algún proceso penal iniciado por la Fiscalía en Costa Rica.
“Si el señor Messent colabora, quizás se pueda llegar a darle un acuerdo de inmunidad”, dijo otro abogado. Ante esa inquietud, Constenla respondió que Messent, si colabora para “ser salvado”, habría que negociar con el fiscal de Costa Rica; también les explicó sobre la independencia del Poder Ejecutivo y el Poder Judicial en Costa Rica.
Los abogados de PWS también manifestaron su preocupación por el monto de dinero que tendría que devolver la empresa y preguntaron varias veces sobre las expectativas económicas del INS.
La representación costarricense explicó que el monto exacto solo podrá conocerse cuando se tenga acceso a toda la información de los contratos de reaseguros que deberá entregar PWS.